Israel autorizó este miércoles el ingreso de 50 camiones cargados con ayuda humanitaria al norte de la Franja de Gaza. La decisión, anunciada por el Coordinador de las Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), marca un cambio en la política de restricción que había mantenido cerrados los accesos a la zona norte del enclave durante las últimas semanas.
Los camiones, proporcionados por Jordania, transportan alimentos, agua, suministros médicos y equipos de refugio, según informó el COGAT en un comunicado oficial. La ayuda ingresó a través del cruce Erez Oeste, después de haber pasado por “inspecciones de seguridad exhaustivas” en territorio israelí.
Este movimiento se produce en un momento crítico, cuando las organizaciones internacionales han estado advirtiendo sobre el rápido deterioro de las condiciones humanitarias en el norte de Gaza. La ONU había alertado que desde el 1 de octubre no se permitía el ingreso de ayuda humanitaria a esta zona, agravando una situación ya precaria.
La presión sobre Israel para aumentar la ayuda humanitaria en Gaza no solo proviene de organizaciones internacionales, sino también de su principal aliado, Estados Unidos. La administración Biden ha enviado una advertencia clara al gobierno de Netanyahu: si no se incrementa significativamente la ayuda humanitaria en el norte de Gaza en los próximos 30 días, Estados Unidos podría suspender su asistencia militar a Israel.
En una carta fechada el 13 de octubre, el Secretario de Estado Antony Blinken y el Secretario de Defensa Lloyd Austin expresaron su preocupación por la disminución de la ayuda humanitaria en Gaza, señalando que ha caído más del 50% desde su punto máximo. La carta advierte que la falta de un “compromiso sostenido” con la implementación de medidas para mejorar la situación humanitaria “puede tener implicaciones para la política estadounidense” en cuanto a la asistencia militar.
La decisión de Israel de permitir el ingreso de estos suministros se da en el contexto de una renovada operación militar en el norte de Gaza, iniciada el 6 de octubre. Las autoridades israelíes justificaron esta incursión alegando que el grupo terrorista Hamas estaba intentando reagruparse en la zona. Sin embargo, el costo humano de esta operación ha sido significativo, con más de 342 muertes reportadas por las autoridades palestinas en los últimos diez días.
El COGAT aseguró en su comunicado que “las Fuerzas de Defensa de Israel, a través del COGAT, seguirán actuando de acuerdo con el derecho internacional para facilitar la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza”.
No obstante, la situación sigue siendo extremadamente compleja. Organizaciones de derechos humanos han acusado repetidamente a Israel de utilizar el hambre “como arma de guerra”. El gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu ha mantenido cerrados la mayoría de los cruces del norte y del sur del enclave en varias ocasiones durante el último año de ofensiva, limitando severamente el flujo de ayuda humanitaria.
Por su parte, Hamas ha acusado a Israel de implementar el llamado “Plan de los Generales”, una estrategia propuesta por generales retirados que, según alegan, busca el traslado forzoso de los gazatíes del norte a través de un duro asedio y la hambruna. Según esta acusación, aquellos que decidan permanecer en la zona serían considerados terroristas por las fuerzas israelíes.
La autorización para el ingreso de estos 50 camiones sigue a una acción similar realizada el lunes 14 de octubre, cuando Israel permitió la entrada de otros 30 camiones con harina y alimentos del Programa Mundial de Alimentos. Estos movimientos, aunque significativos, apenas comienzan a abordar las enormes necesidades humanitarias en la región.
La comunidad internacional continúa presionando por un acceso humanitario más amplio y sostenido. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha descrito la situación en Gaza como una “catástrofe apocalíptica”. Philippe Lazzarini, jefe de la UNRWA, expresó su esperanza de que los esfuerzos diplomáticos, incluidos los llamados de Estados Unidos a Israel para mejorar la situación humanitaria, tengan un impacto positivo.