China llevó a cabo una demostración de fuerza militar sin precedentes alrededor de Taiwán, desplegando un número récord de aeronaves y buques en ejercicios que simulan el cierre de puertos clave y el asalto a la isla, según informaron funcionarios taiwaneses y medios estatales chinos el lunes.
El Pentágono criticó duramente el lunes los juegos de guerra militares chinos en torno a Taiwán, calificándolos de desestabilizadores. “Esta operación de presión militar es irresponsable, desproporcionada y desestabilizadora”, afirmó en un comunicado el portavoz del Pentágono, el general de división Patrick Ryder.
En tanto, en Washington, funcionarios de la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, afirmaron que estaban supervisando las maniobras y que no había justificación para ellas tras el “rutinario” discurso de Lai.
“Hacemos un llamamiento a la República Popular China para que actúe con moderación y evite cualquier otra acción que pueda socavar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y en la región en general”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, utilizando las iniciales de la República Popular China, nombre oficial de China.
El Comando del Teatro Oriental del ejército chino dijo que los simulacros “Espada Conjunta-2024B” tuvieron lugar en el estrecho de Taiwán y en zonas al norte, sur y este de Taiwán.
El ejército chino prometió emprender nuevas acciones contra Taiwán si fuera necesario, tras la jornada de juegos de guerra que calificó de advertencia contra “actos separatistas”.
Taiwán, gobernada democráticamente, se preparaba para más juegos de guerra desde el discurso de la semana pasada de la presidenta Lai Ching-te en el Día Nacional, que fue condenado por Beijing tras afirmar que China no tenía derecho a representar a Taiwán, aunque se ofreció a cooperar con Beijing, que considera Taiwán territorio propio de China. Lai y su gobierno afirman que sólo el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro.
El Mando del Teatro Oriental del ejército chino declaró que los ejercicios “Espada Conjunta-2024B” se llevaron a cabo en el estrecho de Taiwán y en zonas situadas al norte, sur y este de Taiwán.
Sin embargo, poco después de anunciar su finalización, el Ministerio de Defensa chino advirtió de que estos simulacros no eran una repetición de los anteriores juegos de guerra “Espada Conjunta-2024A”, celebrados en mayo, sino un aumento de la presión contra la independencia de Taiwán, y afirmó que podría haber más.
Las acciones del Ejército Popular de Liberación se intensificarán con cada provocación contra la “independencia de Taiwán” hasta que la cuestión de Taiwán quede completamente resuelta”, declaró el Ministerio en un comunicado.
El mando del teatro de operaciones dijo que los simulacros eran una “severa advertencia” a los actos separatistas de las fuerzas independentistas de Taiwán. “Es una operación legítima y necesaria para salvaguardar la soberanía del Estado y la unidad nacional”, afirmó en un comunicado.
El mando del teatro de operaciones no anunció ninguna fecha para nuevos simulacros a gran escala.
Anteriormente había publicado un mapa en el que se destacaban nueve zonas alrededor de Taiwán en las que tuvieron lugar los simulacros: dos en la costa oriental de la isla, tres en la costa occidental, una al norte y tres alrededor de islas controladas por Taiwán junto a la costa china.
Provocación flagrante
El Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán, responsable de la política china, declaró que los juegos de guerra de China eran “flagrantes provocaciones” que socavaban gravemente la paz y la estabilidad regionales.
La oficina presidencial de Taiwán afirmó en un comunicado que China debía afrontar el hecho de la existencia de la República de China -nombre formal de Taiwán- y respetar la elección del pueblo de Taiwán de un modo de vida libre y democrático.
Otro alto funcionario de seguridad de Taiwán declaró a Reuters que, hasta el momento, los simulacros no eran especialmente alarmantes en cuanto a su escala, pero que Pekín estaba llevando a cabo una “guerra híbrida” que incluía campañas de propaganda, coacción económica, sanciones a determinadas personas taiwanesas y operaciones de noticias falsas.
El lunes, Beijing sancionó a un destacado magnate tecnológico taiwanés, Robert Tsao, y a un legislador por actividades separatistas.
(Con información de Reuters)