En medio de crecientes tensiones en Oriente Medio, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, declaró el domingo que su país no tiene “líneas rojas” en la defensa de sus intereses y su pueblo, al tiempo que aseguró que Teherán está “totalmente preparado para una situación de guerra”.
Estas declaraciones se producen en un momento de alta tensión regional, tras el ataque con misiles iraní del 1 de octubre contra Israel, que Teherán justifica como una represalia por el asesinato de líderes militantes y de un general de la Guardia Revolucionaria. Israel, por su parte, ha prometido una respuesta contundente a dicho ataque.
“Si bien hemos hecho enormes esfuerzos en los últimos días para contener una guerra total en nuestra región, digo claramente que no tenemos líneas rojas en la defensa de nuestro pueblo y nuestros intereses”, afirmó Araghchi en una publicación en la red social X.
El jefe de la diplomacia iraní realizó estas declaraciones durante una visita oficial a Bagdad, donde se reunió con altos funcionarios iraquíes como parte de los últimos esfuerzos diplomáticos de Irán ante la amenaza de un ataque israelí. En una conferencia de prensa conjunta con su homólogo iraquí, Fuad Hussein, Araghchi reiteró la postura de Teherán: “Estamos totalmente preparados para una situación de guerra... pero no queremos la guerra, queremos la paz”.
El ministro iraní subrayó que su país continuará las consultas diplomáticas “para evitar la escalada de tensión en la región y trabajar por la paz y el alto el fuego” en Gaza y Líbano, dos frentes que se han visto envueltos en el conflicto en los últimos meses.
Por su parte, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores expresó la oposición de Bagdad a una expansión del conflicto hacia Irán. “La continuación de la guerra y su expansión hacia la República Islámica de Irán y la explotación (por Israel) del espacio aéreo iraquí como corredor es completamente inaceptable y rechazada”, declaró Hussein.
Irak en la encrucijada con las facciones proiraníes
La visita de Araghchi a Irak se produce en un contexto regional extremadamente delicado. El gobierno iraquí se encuentra en una posición complicada, intentando mantener un equilibrio entre sus alianzas con Irán y su deseo de evitar verse arrastrado a un conflicto regional más amplio. Según fuentes cercanas a los grupos pro-iraníes en Irak, el gobierno de Bagdad ha instado a estas facciones a moderar sus acciones para evitar exponer al país a posibles ataques aéreos.
La situación se complica aún más por las recientes acciones de grupos armados iraquíes respaldados por Irán, que han llevado a cabo varios ataques con drones contra Israel en los últimos meses. Estos grupos, que forman parte de la llamado “eje de la resistencia”, afirman actuar en apoyo a Hamas en la Franja de Gaza.
El primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, también ha expresado su deseo de mantener a Irak al margen del conflicto, afirmando que su gobierno ha trabajado “con gran esfuerzo para evitar una escalada”. Sin embargo, la realidad sobre el terreno plantea serios desafíos a esta aspiración.
Mientras tanto, Israel mantiene su postura firme. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha prometido que la respuesta de su país al ataque iraní será “mortífera, precisa y sorprendente”, elevando aún más las preocupaciones sobre una posible escalada del conflicto.
La gira diplomática de Araghchi no se limita a Irak. Según la agencia de noticias iraní ISNA, el ministro iraní tiene previsto visitar Omán tras su estancia en Bagdad. Esta serie de encuentros diplomáticos, que incluyen reuniones recientes en Qatar y Arabia Saudita, muestran los esfuerzos de Irán por buscar apoyo regional y evitar un mayor aislamiento ante la posibilidad de un ataque israelí.