La Fiscalía rusa pidió siete años de cárcel para un estadounidense acusado de luchar para Ucrania

Los fiscales solicitaron que Stephen Hubbard, de 72 años, cumpla su sentencia en una colonia penal de máxima seguridad

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Agentes de policía custodian la entrada a la corte municipal de Moscú (AP Foto/Alexander Zemlianichenko)
Agentes de policía custodian la entrada a la corte municipal de Moscú (AP Foto/Alexander Zemlianichenko)

La fiscalía rusa pidió una condena de siete años de cárcel en el juicio contra un ciudadano estadounidense acusado de combatir como mercenario en Ucrania contra Rusia, según reportaron las agencias noticiosas rusas el sábado.

Los fiscales pidieron al tribunal que tenga en cuenta la edad de Stephen Hubbard, de 72 años, y apuntaron que admitió su culpabilidad, indicó Interfax. Además, solicitaron que Hubbard cumpla su sentencia en una colonia penal de máxima seguridad.

En Rusia, ejercer de mercenario es un delito castigado con entre siete 7 y 15 años en prisión.

La fiscalía acusa a Hubbard de firmar un contrato con el ejército ucraniano luego de que Rusia invadió el país vecino en febrero de 2022, por el que supuestamente iba a recibir al menos 1.000 dólares.

Al parecer, recibió entrenamiento y un arma y combatió con las tropas de Kiev como mercenario hasta abril de 2022, cuando fue arrestado por el ejército ruso.

La embajada de Estados Unidos en Moscú dijo a The Associated Press que estaba “al tanto de los reportes acerca de la detención de un ciudadano estadounidense”, pero indicó que no podía realizar más comentarios “debido a restricciones de privacidad”.

Los tribunales rusos condenan a más del 99% de los acusados, y la fiscalía puede recurrir las sentencias que considere demasiado indulgentes.

En los últimos años, las detenciones de ciudadanos estadounidenses son cada vez más habituales en Rusia. Preocupa que el Kremlin pueda estar arrestándolos para utilizarlos después como moneda de cambio para liberar a rusos condenados en Estados Unidos y Europa.

Vladimir Putin. Sputnik/Alexei Nikolsky/Kremlin via REUTERS
Vladimir Putin. Sputnik/Alexei Nikolsky/Kremlin via REUTERS

Washington y Moscú completaron en agosto su mayor intercambio de prisioneros de la era postsoviética, un acuerdo que involucró a 24 personas, muchos meses de negociaciones y concesiones de otras naciones europeas que dejaron libres a convictos rusos. Varios ciudadanos estadounidenses siguen encarceladas en Rusia tras el canje.

En días recientes, Estados Unidos condenó las amenazas lanzadas por Rusia en los últimos días sobre un conflicto con la OTAN si ésta permite a Ucrania usar sus misiles de largo alcance contra su territorio y tildó “este tipo de retórica” como “increíblemente peligrosa”. Las palabras de la portavoz Karine Jean-Pierre se dieron poco antes de que comenzara una reunión en la Casa Blanca entre el presidente Joe Biden y el primer ministro británico, Keir Starmer, en la que se abordó esta cuestión, entre otras, a la que le siguió una declaración del mandatario, que dijo que “no pienso mucho en Vladimir Putin”, desestimando así sus dichos.

Ucrania lleva tiempo pidiendo a los aliados que le permitan usar sus misiles de largo alcance -especialmente los ATCAMS estadounidenses y los Storm Shadow británicos- contra bases militares en Rusia, desde donde las Fuerzas Armadas lanzan sus ataques. “Cualquiera que vea en el mapa desde dónde lanza Rusia sus ataques, dónde entrena a sus tropas, mantiene a sus reservas y sitúa sus infraestructuras militares entiende claramente por qué Ucrania necesita capacidades de larga distancia”, dijo Volodimir Zelensky durante un foro sobre seguridad celebrado en Kiev.

Soldados ucranianos en la región de Sumi (REUTERS/Thomas Peter)
Soldados ucranianos en la región de Sumi (REUTERS/Thomas Peter)

El pedido, que inicialmente fue rechazado por los aliados, habría conseguido cierta aceptación de los mandatarios. Inclusive, el secretario de Estado Antony Blinken adelantó que su país “ajustará” su asistencia “según sea necesario”.

Ante este escenario, Rusia no tardó en amenazar a la comunidad internacional, en un intento por detener este cambio de postura, que podría afectar seriamente sus operaciones y estrategia. La víspera, durante un discurso televisivo en San Petersburgo, Vladimir Putin alertó que si -efectivamente- alguno de los países toma la decisión de relajar estas restricciones de uso, ello “no significará otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, de Estados Unidos y de los países europeos en la guerra en Ucrania (...) eso significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos, combaten contra Rusia”.

(Con información de AP)

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