Las fuerzas rusas lanzaron un ataque masivo con drones durante la noche del miércoles en 15 regiones de Ucrania, provocando daños en la infraestructura energética y en varios edificios residenciales, según informaron las autoridades ucranianas.
La fuerza aérea ucraniana informó que derribó 78 de los 105 drones rusos utilizados en el ataque, con 23 drones probablemente afectados por interferencias electrónicas activas.
El Ministerio de Energía de Ucrania señaló por Telegram que los drones causaron daños en líneas eléctricas y en equipos de subestaciones en las regiones de Kiev, Odesa e Ivano-Frankivsk en las últimas 24 horas.
Los ataques provocaron interrupciones temporales en los servicios ferroviarios de la región sureña de Odesa, así como cortes de electricidad en varias viviendas, según informó el Ministerio.
El gobernador regional de Odesa, Oleh Kiper, informó que se restableció el suministro eléctrico para más de 3.000 usuarios tras el ataque nocturno, aunque 2.000 personas aún permanecen sin electricidad.
Las autoridades informaron que se derribaron alrededor de 15 drones sobre Kiev y sus alrededores durante una alerta aérea que se prolongó por más de cinco horas. Las regiones centrales de Poltava, Cherkasy y Kirovohrad reportaron daños menores en varias propiedades.
El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que sus fuerzas atacaron instalaciones energéticas ucranianas que suministraban electricidad a las operaciones de las fuerzas armadas de Ucrania, según informó la agencia estatal rusa TASS.
Moscú niega atacar a civiles, aunque ha golpeado con frecuencia pueblos y ciudades situadas detrás de las líneas del frente. El miércoles, una bomba guiada rusa impactó un edificio residencial en la ciudad oriental de Kharkiv, provocando incendios y dejando al menos diez personas heridas.
A más de dos años y medio de su invasión a gran escala en Ucrania, Rusia ha estado golpeando la infraestructura energética ucraniana con ataques de drones y misiles, mientras sus fuerzas continúan avanzando de manera constante en el frente oriental.
Los ataques, que se han intensificado con la llegada del invierno, han llevado a Kyiv a pedir repetidamente a sus aliados que eliminen las restricciones sobre el uso de armas occidentales de largo alcance para atacar en el interior de Rusia y así limitar su capacidad de lanzar ofensivas.
El ejército ucraniano informó el jueves que utilizó misiles balísticos ATACMS, proporcionados por Estados Unidos, para atacar una estación de radar rusa con el objetivo de reducir la capacidad de Moscú para “detectar, rastrear e interceptar” objetivos balísticos. No se especificó cuándo ocurrió el ataque ni la ubicación de la estación de radar ‘Nebo-M’.
El miércoles pasado, el presidente ruso Vladímir Putin indicó que su gobierno está evaluando modificar las normas y condiciones bajo las cuales Rusia podría emplear su arsenal nuclear. El mandatario advirtió que “un ataque contra Rusia por una potencia no nuclear con apoyo de una potencia nuclear será considerado ‘un ataque conjunto contra la Federación Rusa’”.
Putin también señaló que sus nuevos drones alcanzan mayores distancias y velocidades de entre 300 y 700 kilómetros por hora.
Estas declaraciones incrementan la preocupación sobre una posible escalada aún mayor en el conflicto.
(Con información de Reuters)