Las tres incursiones israelíes en Líbano: del conflicto con la OLP a la amenaza terrorista de Hezbollah

Luego del 7 de octubre de 2023, el grupo chiíta lanzó miles de cohetes contra territorio israelí. Ahora, Tel Aviv decidió contragolpear y barrer con los extremistas

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FOTO DE ARCHIVO: Tropas israelíes vigilan el aeropuerto de Beirut en esta foto de archivo en 1982, en Líbano (Reuters)
FOTO DE ARCHIVO: Tropas israelíes vigilan el aeropuerto de Beirut en esta foto de archivo en 1982, en Líbano (Reuters)

Israel ha invadido Líbano en tres ocasiones en los últimos 50 años, enfrentándose a distintas milicias palestinas y chiítas que operaban desde su frontera norte. Entre ellas sobresale el grupo terrorista Hezbollah, apoyado financiera y militarmente por Irán. Las incursiones militares, con el objetivo de alejar a los grupos armados de las fronteras israelíes, han derivado en prolongados conflictos que han generado un alto costo humano y político para Israel.

En la actualidad, tras el descabezamiento de su cúpula, Hezbollah enfrenta incursiones desde su vecino sureño al tiempo que padece el constante acoso desde el aire que destruye sus depósitos, túneles y armamentos. También parecen ser distintas a otras experiencias pasadas donde Israel cruzó el límite geográfico e invadió Líbano.

Primera invasión en 1978

El primer ataque terrestre de Israel a Líbano se produjo en marzo de 1978 tras un atentado de un comando palestino contra un autobús en Israel que dejó 35 muertos. La incursión buscaba empujar a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) más allá del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera israelí, y contó con un fuerte respaldo aéreo y naval, además del apoyo de una milicia cristiana maronita. Según el ejército israelí, la operación destruyó la infraestructura de la OLP y mató a 300 combatientes palestinos. Sin embargo, historiadores calculan que más de 1,000 civiles libaneses murieron y decenas de miles fueron desplazados.

Segunda invasión en 1982

En junio de 1982, tras un intento de asesinato contra el embajador israelí en Londres, Israel lanzó una segunda invasión a gran escala. El objetivo declarado por el entonces primer ministro Menachem Begin era frenar los ataques con cohetes lanzados desde territorio libanés. Las tropas israelíes, apoyadas por sus aliados cristianos libaneses, avanzaron sin resistencia significativa, sitiando Beirut occidental, donde se refugiaban combatientes palestinos y sus aliados. Samir Kassir, periodista libanés-palestino, describió los bombardeos durante tres meses como “casi ininterrumpidos desde aire, tierra y mar”, matando a miles de civiles. La OLP se exilió finalmente en Túnez tras un acuerdo mediado por Estados Unidos.

FOTO DE ARCHIVO: Dos mujeres inspeccionan los cuerpos en la masacre de Sabra y Shatila, en Líbano, el 18 de septiembre de 1982 (Reuters)
FOTO DE ARCHIVO: Dos mujeres inspeccionan los cuerpos en la masacre de Sabra y Shatila, en Líbano, el 18 de septiembre de 1982 (Reuters)

En septiembre de 1982, el líder de la milicia cristiana y presidente electo Bashir Gemayel fue asesinado, lo que desencadenó la masacre de Sabra y Shatila a manos de milicias cristianas respaldadas por Israel. Un informe israelí concluyó que Israel tenía una “responsabilidad indirecta” en la masacre, obligando a Ariel Sharon a dimitir como ministro de Defensa. A pesar de la retirada parcial en 1983, las tropas israelíes mantuvieron una “zona de seguridad” en el sur del Líbano, lo que condujo a enfrentamientos constantes con Hezbollah, que emergió de este conflicto con el respaldo de Irán.

Guerra con Hezbollah en 2006

En 2000, el primer ministro Ehud Barak retiró unilateralmente a las tropas israelíes del sur de Líbano, lo que Hezbollah interpretó como una victoria. Sin embargo, las hostilidades no cesaron. En julio de 2006, Hezbollah secuestró a dos soldados israelíes en un ataque fronterizo y mató a otros ocho, lo que desató una ofensiva aérea y terrestre de 34 días por parte de Israel. Al término de la guerra, ambas partes habían sufrido pérdidas significativas y la popularidad del primer ministro israelí, Ehud Olmert, cayó al 3% tras un informe gubernamental que señalaba “fallos muy severos” en la conducción del conflicto, de acuerdo a un artículo del diario inglés Financial Times.

El enfrentamiento concluyó con la Resolución 1701 de la ONU, que pedía la retirada de Hezbollah e Israel de las zonas fronterizas y su sustitución por fuerzas de paz y el ejército libanés. Sin embargo, la implementación fue parcial, dejando una frontera en constante tensión. En la actual incursión israelí, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha prometido seguir debilitando a Hezbollah.

Qué pasa hoy

Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) mantenían este miércoles sus bombardeos sobre posiciones del grupo terrorista Hezbollah en el sur de Beirut, y reiteraron su llamado a los ciudadanos libaneses a no cruzar al sur del río Litani, una zona declarada como área de combate.

Se están librando feroces combates en el sur del Líbano, donde los miembros de Hezbollah están utilizando el entorno civil y a los civiles como escudos humanos para lanzar sus ataques”, afirmó el portavoz de las IDF en árabe, Avichay Adraee, a través de redes sociales.

El mensaje se produjo horas después de que Israel anunciara el inicio de una serie de “incursiones limitadas” en territorio libanés para desmantelar infraestructura militar de Hezbollah, y de que Irán bombardeara sin éxito el territorio israelí con 181 misiles que no consiguieron causar daños significativos.

Las IDF también emitieron avisos a la población en varias áreas de Beirut, advirtiendo que dichas zonas están próximas a “instalaciones e intereses” de Hezbollah y que podrían ser blanco de futuros ataques.

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