El yerno de Hassan Nasrallah, Hassan Jafar Qassir, fue abatido este miércoles en un bombardeo israelí en Damasco. La información fue confirmada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y por fuentes cercanas a Hezbollah, poco después de que se conocieran las maniobras aéreas en el país.
Qassir era hermano de un alto comandante de Hezbollah, Muhammad Ja’far Qassir, que murió la víspera en un ataque israelí en Beirut y era el responsable del traslado de armas de Irán hacia El Líbano a través de la Unidad 4400 que lideraba.
La operación de este miércoles tuvo lugar en el barrio de Mazzeh, en la capital siria. El ataque a uno de los departamentos de un edificio residencial de tres pisos se saldó con al menos dos víctimas libanesas y tres heridos, así como con daños materiales en el establecimiento.
“Aproximadamente a las 17:25 hora local (14:25 GMT) de hoy, el enemigo israelí lanzó una agresión aérea desde la dirección del Golán sirio ocupado, teniendo como objetivo un edificio residencial en el barrio de Mezzeh en Damasco”, indicó el Ministerio de Defensa sirio, mientras que desde Tel Aviv aún no se ha confirmado la maniobra.
La víspera ya se había producido un ataque similar en esta misma zona, en el que una periodista de la televisión estatal nacional y otros dos civiles murieron.
Mezzeh es uno de los barrios más acomodados de la capital siria, donde se ubican embajadas y residencias de miembros de la Guardia Revolucionaria, dirigentes de facciones palestinas y altos mandos de Hezbollah, lo que explica las reiteradas ofensivas allí.
A pesar de representar un importante golpe para la formación chií libanesa -que esta diezmada luego de sufrir la baja de prácticamente todos sus altos mandos, incluido el propio Hassan Nasrallah el pasado viernes- las Fuerzas de Defensa están concentrando sus operaciones en El Líbano, donde avanzan con combates a corta distancia que le permiten reducir la capacidad de lucha del enemigo.
Estas agresiones suponen un cambio en la estrategia israelí -que antes se limitaba a realizar bombardeos en el sur del país- y permitieron eliminar más de 150 infraestructuras terroristas en los suburbios de Beirut, así como cuarteles generales de Hezbollah, instalaciones de almacenamiento de armas y lanzacohetes.
Sin embargo, en estos momentos, el avance de las FDI en el terreno no es la única preocupación de los altos mandos iraníes. Un alto funcionario persa reveló a la agencia Reuters que, a pesar de necesitar con urgencia nombrar un sucesor de Nasrallah para que dirija a los combatientes, el régimen de Teherán teme estar ante infiltraciones dentro de sus propias filas y se ve, por tanto, obligado a realizar una exhaustiva investigación primero.
Inclusive, un funcionario de la Guardia Revolucionaria que solía viajar al Líbano y que había estado indagando sobre el paradero del máximo jefe de la formación terrorista en el último tiempo fue detenido para su posterior interrogatorio.
“La confianza que mantenía todo unido ha desaparecido”, aseguró el funcionario, que sumó que el ayatollah, Ali Khamenei, “ya no confía en nadie” y se mantiene oculto en un sitio desconocido.
Magnus Ranstorp, experto en Hezbollah de la Universidad de Defensa de Suecia, coincidió con las declaraciones del alto mando iraní y explicó que, con el asesinato de Nasrallah, “básicamente, Irán perdió la mayor inversión que había tenido en las últimas décadas”. “Esto sacudió a Irán hasta sus cimientos y muestra, también, cómo está profundamente infiltrado”, agregó.
(Con información de AFP y EFE)