Israel ajusta la preparación para llevar a cabo operaciones militares terrestres en el sur del Líbano, territorio controlado de facto por el grupo terrorista Hezbollah. Un informe de The Wall Street Journal (WSJ) da cuenta de que ya se realizaron “pequeñas incursiones” en los túneles utilizados por las milicias respaldadas por Irán a lo largo de la frontera. Según fuentes cercanas al gobierno israelí, estas redadas, que se han venido realizando durante los últimos meses, forman parte de un esfuerzo más amplio para degradar las capacidades militares de su enemigo.
WSJ señala que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevan adelante una preparación ante una eventual ofensiva terrestre, aunque el momento exacto de dicha operación aún es incierto. Amir Avivi, exfuncionario militar israelí, señaló que la incursión es inminente, destacando que Hezbollah está tan debilitado que el verdadero desafío para Israel es decidir hasta dónde avanzar en territorio libanés.
“Las FDI han hecho muchos preparativos para una incursión terrestre”, dijo Avivi. “En general, esto siempre incluye operaciones especiales. Es parte del proceso”.
El gobierno israelí está bajo presión por parte de Estados Unidos, que busca evitar una escalada mayor en la región. La Casa Blanca ha enfatizado la necesidad de una solución diplomática, advirtiendo que una incursión a gran escala podría desestabilizar aún más la región. Pese a esto, Israel continúa reforzando su presencia militar en el norte del país, centrando sus esfuerzos en contrarrestar a Hezbollah, que desde los ataques del 7 de octubre ha disparado más de 11.000 proyectiles contra territorio israelí.
Las incursiones en el sur del Líbano se enmarcan en una serie de operaciones especiales, que incluyeron ataques aéreos masivos la semana pasada, donde Israel afirmó haber alcanzado más de 2.000 objetivos en territorio libanés, en lo que fue el bombardeo más intenso en años. Entre los objetivos, se encontraba el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, quien murió tras un ataque aéreo en los suburbios del sur de Beirut. La muerte de Nasrallah, quien lideró el grupo durante tres décadas, marca un duro golpe para la organización considerada terrorista por Estados Unidos.
Pese a los esfuerzos diplomáticos de Washington y de los países árabes, que buscan evitar una guerra regional, Israel continúa con su ofensiva. El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, anunció que las actuales operaciones aéreas son una preparación para la invasión terrestre, que implicaría un despliegue mayor de tropas en suelo libanés.
“Estamos preparando el proceso de una maniobra, lo que significa que sus botas militares, sus botas de maniobra, entrarán en territorio enemigo”, dijo.
En tanto, Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en la región, desplegando el grupo de ataque del portaaviones USS Harry S. Truman en el Mediterráneo, como medida disuasoria ante posibles acciones de países como Irán, y para responder ante cualquier escalada en la región.
Las tensiones entre Israel y Hezbollah han forzado a unas 60.000 personas a abandonar sus hogares en el norte de Israel, mientras que en el Líbano también se ha registrado el desplazamiento masivo de civiles debido a los constantes enfrentamientos a lo largo de la frontera. A medida que las dos partes continúan intercambiando ataques diarios, los temores de una escalada hacia una guerra más amplia crecen, en una región que ya ha sufrido múltiples conflictos a lo largo de las últimas décadas.