El Ejército israelí anunció este domingo la muerte de Nabil Qaouk, comandante de la unidad de Seguridad Preventiva del grupo terrorista Hezbollah, en un bombardeo el sábado contra los suburbios del Dahye, en el sur de Beirut.
Las fuerzas armadas aseguraron anoche que se trató de un bombardeo “preciso”, apenas un día después del ataque que acabó con la vida del líder del grupo proiraní, Hassan Nasrallah.
“El terrorista Qaouk es considerado cercano a la cúspide de la organización terrorista Hezbollah”, dijo el Ejército esta mañana en un comunicado.
El grupo libanés, de momento, no se ha pronunciado sobre su muerte.
Qaouk se unió a Hezbollah en 1980 y llegó a ejercer como diputado en el sur de Líbano de la mano de la organización, añadieron las fuerzas armadas, que lo describieron como una figura con presencia habitual en los medios de comunicación en representación del grupo chií.
La muerte del jefe de la seguridad interna de Hezbollah es otro duro golpe israelí al grupo terrorista, después que en las últimas dos semanas Israel eliminó a casi todos los altos mandos de la organización patrocinada por Irán.
El ataque se enmarca en una intensa ofensiva israelí contra el grupo en Líbano, que deja ya más de un millar de muertos en distintos bastiones de la organización, ya sea en el sur del país, el Valle de la Bekaa o la capital, Beirut.
El ataque del sábado tuvo como objetivo el barrio de Chiyah, en los suburbios del sur de Beirut, según la Agencia Nacional de Noticias de Líbano (ANN).
Antes, durante la madrugada, Israel bombardeó varios puntos de este mismo suburbio, alegando que Hezbollah acumulaba “misiles antibuque incrustados debajo de seis edificios residenciales”, e incluso instó a los civiles libaneses a alejarse al menos 500 metros de esas áreas.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel continúan atacando y eliminando a los comandantes de la organización terrorista Hezbollah y actuando contra cualquiera que amenace a los ciudadanos del Estado de Israel”, concluyó el comunicado castrense de este domingo.
En su primera declaración pública tras el asesinato de Nasrallah, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo anoche que a pesar de tratarse de un gran logro “el trabajo aún no está completo”.
“Hemos conseguido grandes logros, pero el trabajo aún no está completo. En los próximos días afrontaremos desafíos importantes y los afrontaremos juntos”, dijo Netanyahu en un mensaje en vídeo.
(Con información de EFE)