Benjamin Netanyahu sostuvo este domingo que el ataque contra la cúpula terrorista de Hezbollah ha propiciado un “nuevo equilibrio de poder” en la región que podría permitir la construcción de “nuevas alianzas”.
“El cambio del equilibrio de poder genera la posibilidad de crear nuevas alianzas en nuestra región, porque Israel está ganando. Nuestros enemigos y amigos vuelven a ver a Israel como lo que es, un país fuerte, decidido y poderoso”, declaró el primer ministro israelí en rueda de prensa.
Sin embargo, advirtió que “aún hay por delante días difíciles” porque “incluso ahora no debemos olvidar que seguimos estando en medio de una guerra difícil, con costes altos, y por eso es necesaria la cohesión en nuestras filas como condición necesaria”.
La rueda de prensa de Netanyahu ha sido convocada para anunciar la reincorporación del partido Nueva Esperanza al Gobierno de coalición y que el líder de la formación, Gideon Saar, será ministro sin cartera. Esta incorporación “suma a la unidad interna, una unidad contra nuestros enemigos”, según Netanyahu.
“No es ningún secreto que hemos tenido desencuentros en el pasado, pero desde el 7 de octubre hemos dejado atrás todos los rencores”, remarcó el primer ministro.
Saar, por su parte, argumentó que es “la decisión más patriótica”. “Es importante reforzar a Israel, su gobierno y su unidad y cohesión. Por eso he aceptado la petición del primer ministro Netanyahu para unirme al gobienro y contribuir con mi experiencia y capacidad a su trabajo de toma de decisiones”, explicó.
Saar reveló la semana pasada que Netanyahu le ofreció el puesto de ministro de Defensa, ahora en manos de Yoav Gallant, del partido de Netanyahu, el Likud, quien ha manifestado sus discrepancias con el primer ministro en reiteradas ocasiones.
Con la incorporación de Saar, la coalición de Netanyahu eleva a 68 los apoyos en la Knesset o Parlamento israelí, una cámara formada por 120 asientos.
El premier brindó la conferencia en una nueva jornada de tensiones con bombardeos sobre el Líbano y Yemen, así como ataques contra estructura terrorista de Hamas en Gaza.
En este contexto de crecientes tensiones, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este domingo que hablará pronto con Netanyahu, y declaró que “debe” evitarse una guerra total en Medio Oriente.
A punto de subir en el avión presidencial, Biden respondió brevemente a un par de preguntas de los periodistas que le acompañan sobre la situación en Líbano, donde bombardeos israelíes han decapitado la cúspide militar de Hizbullah tras una escalada bélica sin precedentes.
Preguntado por si va a tratar con Netanyahu, Biden contestó: “Sí, hablaré con él y les diré cuando lo haga”.
Momentos antes, el Ejército israelí había anunciado una operación a “gran escala” contra los rebeldes hutíes en la ciudad portuaria de Al Hodeida, en el oeste del Yemen, un día después de que los insurgentes chiíes reivindicaran el lanzamiento de un misil balístico contra el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv.
El Ejército israelí afirmó en un comunicado que “decenas de aviones de las fuerzas aéreas, incluidos cazas y aviones de reabastecimiento e inteligencia, atacaron objetivos militares del régimen terrorista hutí en las zonas de Ras Issa y Al Hodeida en el Yemen”, donde tuvieron como blanco “centrales eléctricas y puerto marítimo, usado para importar petróleo”.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, por su parte, afirmó que Israel atacará a sus enemigos sin importar la distancia, después de que el ejército atacara a los rebeldes hutíes en Yemen. “Nuestro mensaje es claro: para nosotros, ningún lugar está demasiado lejos”, dijo Gallant en un comunicado emitido por su oficina después de haber supervisado los ataques desde una sala de mando y control de la fuerza aérea a unos 2.000 kilómetros de Yemen.
La tensión se ha incrementado en Oriente Medio tras el asesinato el pasado viernes del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en un bombardeo masivo israelí en los suburbios sur de Beirut.
(Con información de Europa Press y EFE)