El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, se declaró inocente frente a las acusaciones federales que lo vinculan con aceptar sobornos y otros aportes ilegales. Las imputaciones surgen tras meses de investigaciones, allanamientos y citaciones judiciales, lo que ha puesto en entredicho la gestión del líder demócrata.
Adams realizó su declaración en una corte de Manhattan, un día después de que los fiscales lo acusaran de aceptar aportes ilegales para su campaña y beneficios de viajes, supuestamente ofrecidos por individuos que buscaban favores de su administración.
El alcalde enfrenta acusaciones de haber aprovechado su relación de larga data con individuos vinculados a Turquía, quienes habrían financiado sus viajes y respaldado su campaña con más de 10 millones de dólares. Según la ley estadounidense, está prohibido que personas que no sean ciudadanos de ese país realicen donaciones a candidatos.
Adams se declaró inocente de los cinco cargos en su contra: fraude electrónico, sobornos, dos cargos por recibir aportes de campaña de un ciudadano extranjero y conspiración. Según los fiscales federales, si es declarado culpable del cargo más grave, el de fraude electrónico, podría enfrentar una pena de hasta 20 años de prisión.
El alcalde se presentó el viernes en el tribunal federal para la lectura de cargos. A su llegada, levantó el pulgar en señal de saludo, pero evitó hacer declaraciones a la prensa mientras ingresaba al tribunal de Manhattan, acompañado por su propio equipo de seguridad. Su comparecencia estaba programada ante la jueza Katharine Parker.
El expediente presentado el jueves señala que el alcalde habría recibido múltiples obsequios inapropiados de parte de funcionarios y empresarios turcos, entre ellos estadías en hoteles y boletos aéreos con grandes descuentos hacia destinos como Francia, China, Sri Lanka, India, Hungría, Ghana y Turquía.
A cambio, Adams habría realizado favores para los donantes, incluyendo la ayuda a Turquía para obtener la aprobación de los bomberos y abrir una nueva sede diplomática en Manhattan, a pesar de las preocupaciones existentes sobre su sistema antiincendios.
Adams mantiene su inocencia. Su abogado afirmó que no es inusual ni inapropiado que un funcionario acepte ciertos favores relacionados con viajes. El alcalde negó haber recibido de manera consciente aportes ilegales para su campaña y aseguró que ayudar a las personas a lidiar con la burocracia municipal forma parte de sus responsabilidades.
El jueves, el fiscal federal Damian Williams declaró que varios empresarios y un diplomático turco participaron en “un esquema de varios años para comprar el favor” de Adams.
El jueves, Adams instó a los neoyorquinos a no emitir juicios anticipados y a esperar hasta escuchar su defensa.
Su abogado, Spiro, explicó a los reporteros que los beneficios de viajes y cambios de asientos en aviones que Adams aceptó son ofrecidos comúnmente a VIPs y miembros del Congreso.
“Eso es lo que hacen las aerolíneas”, señaló, resaltando que muchos de esos viajes ocurrieron hace años, cuando Adams era presidente del distrito de Brooklyn.
Aún está por verse si las acusaciones presentadas el jueves representarán el cierre de las investigaciones federales sobre la administración municipal.
Los fiscales federales parecen estar desarrollando investigaciones diversas e independientes que involucran a Adams, sus asesores y los familiares de estos. A principios de septiembre, las autoridades federales confiscaron los dispositivos electrónicos del comisionado de policía, del director educativo, de dos vicealcaldes y de otros colaboradores cercanos a Adams.
En las últimas dos semanas, el comisionado de policía presentó su renuncia como el director educativo anunció su jubilación. Ninguno de ellos ha sido acusado de cometer alguna ilegalidad.
(Con información de AP)