El primer ministro Benjamin Netanyahu acortó su estadía en Estados Unidos y volverá a Israel de forma anticipada, a raíz de los últimos ataques lanzados contra Hezbollah, en El Líbano. El mandatario, que aterrizó en Nueva York hace apenas 24 horas, adelantó su partida -originalmente prevista para este domingo- y volará hacia Tel Aviv esta noche, cerca de las 20:00 hora local.
Netanyahu viajó a la Gran Manzana este jueves con motivo de la Asamblea General de la ONU, de la que participó este viernes. Más temprano, el funcionario había aprovechado el espacio ante el organismo para “hablar en nombre de mi pueblo, de mi país, de la verdad” y asegurar, así, que “Israel quiere la paz, Israel anhela la paz, Israel ha logrado la paz y la volverá a lograr”, a pesar de los intentos de “enemigos salvajes” por impedirlo.
En ese sentido, sostuvo que el Ejército “se defiende ante Irán y la guerra en siete frentes” pero aseguró que no se dejarán vencer en este conflicto. “La maldición del 7 de octubre empezó cuando Hamas invadió Israel desde Gaza pero no terminó. Tengo un mensaje para los tiranos de Teherán: si nos atacan, los atacaremos. En Irán no hay lugar a donde no pueda llegar el largo brazo israelí y eso aplica a todo oriente Medio”, dijo.
Inclusive, tal como hizo en 2023, acompañó su alocución con dos mapas con los que ilustró ideas de posibles escenarios en la región. Uno se titulaba “Bendición” y planteaba un trabajo de Israel con los socios, Arabia Saudita entre ellos, por construir infraestructura e impulsar las actividades por medio de líneas ferroviarias, tuberías de energía y canales de fibra óptima; el otro, sin embargo, mostraba la “Maldición” que invadiría a Oriente Medio si se permite la victoria de Irán, Irak y Siria.
“Es el mapa de un arco de terror que Irán ha creado e impuesto desde el océano Índico hasta el Mediterráneo. El arco maligno de Irán ha cerrado las vías navegables internacionales, corta el comercio, destruye a millones, destruye naciones desde dentro e inflige miseria a millones”, denunció.
De esta manera, Netanyahu se refirió no solo a las agresiones del grupo terrorista palestino en el enclave vecino sino, también, a aquellas originadas en El Líbano, a donde se ha trasladado el foco de la estrategia bélica. “Israel también quiere derrotar a Hezbollah. Ese grupo hizo que pueblos del norte de Israel se convirtiesen en ciudades fantasma (...) He venido aquí a decirles que ya no lo toleraremos. No descansaremos hasta que nuestros ciudadanos puedan regresar a sus hogares. Estamos decididos a eliminar la maldición del terrorismo”, prometió.
Poco después de esta intervención, el Primer Ministro dio luz verde a unas importantes maniobras en los suburbios del sur de Beirut, que dejaron fuertes explosiones. Según confirmaron las Fuerzas de Defensa, se trató de un “ataque de precisión” lanzado sobre la sede central de Hezbollah, en el barrio de Dahiya, donde aún se estudia si estaba el jefe del grupo, Hassan Nasrallah.
Desde el Ministerio de Salud local informaron de al menos dos muertos y 76 heridos aunque desde el Ejército israelí explicaron que el perímetro alcanzado incluía mayoritariamente edificios residenciales que la formación utilizaba para llevar a cabo sus operaciones, lo que expone una vez más su estrategia de utilizar a los civiles libaneses como “escudos humanos”.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)