Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) realizaron este jueves un bombardeo selectivo sobre un objetivo de Hezbollah en Beirut. El blanco del ataque aéreo fue Muhammad Hussein Sarour, jefe de las fuerzas aéreas del grupo terrorista, quien murió en la operación.
Las fuerzas aéreas de Hezbollah son responsables de los drones de la organización, entre otras unidades. La operación fue en Dahieh, una localidad del sur de la capital libanesa conocida por la fuerte presencia de las milicias proiraníes.
Sarour “promovió, dirigió y capitaneó numerosos ataques terroristas aéreos, incluidos ataques con drones, misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados”, aseguraron las fuerzas israelíes en un comunicado.
El ataque contra Beirut, el cuarto en menos de siete días y el sexto desde que comenzó el fuego cruzado entre Israel y Hezbollah, en octubre del año pasado, dejó al menos dos muertos y 15 heridos, según el Ministerio de Salud Pública libanés.
El Ejército de Israel intensificó sus operaciones militares contra Hezbollah en Líbano en las últimas horas, rechazando las propuestas de un alto el fuego de 21 días presentadas por Estados Unidos y sus aliados, en medio de una creciente preocupación por la escalada del conflicto en la frontera norte de Israel.
Más temprano, las FDI anunciaron que estaban llevando a cabo nuevos ataques contra objetivos de Hezbollah en Líbano, continuando una campaña que ha abatido a varios mandos del grupo y destruido infraestructura terrorista clave en los últimos días.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel están atacando objetivos terroristas de Hezbollah en Líbano”, declaró el Ejército en un comunicado.
Según informes militares, durante la noche se atacaron aproximadamente 75 objetivos en el sur y este de Líbano, incluyendo depósitos de municiones y plataformas de lanzamiento de proyectiles. El Ejército israelí también reportó la intercepción de unos 45 proyectiles disparados desde territorio libanés.
Más tarde, las FDI agregaron que su Fuerza Aérea atacó además una infraestructura en la frontera entre Siria y Líbano, utilizada por Hezbollah para transferir armas desde territorio sirio en Líbano.
Un ataque cerca de la antigua ciudad de Baalbek mató al menos a nueve personas, según el Ministerio de Sanidad libanés, mientras la Agencia Nacional de Noticias libanesa describía el bombardeo nocturno de la zona como “el más violento” de los últimos días.
Mientras, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, rechazaron categóricamente las propuestas de alto el fuego. “Es una propuesta de Estados Unidos y Francia, a la cual el primer ministro ni siquiera respondió”, declaró la oficina de Netanyahu, añadiendo que se ordenó al Ejército “que siga combatiendo con toda la fuerza necesaria”.
Por su parte, Katz fue aún más enfático en su postura: “No habrá un cese al fuego en el norte. Seguiremos combatiendo a la organización terrorista Hezbollah con toda la fuerza hasta la victoria y hasta el retorno seguro a sus casas de los habitantes del norte”, escribió en la red social X.
Por su parte, Hezbollah ha intensificado sus ataques contra Israel. El grupo respaldado por Irán afirmó haber bombardeado complejos de la industria militar israelí cerca de Haifa con “salvas de cohetes”. Estos ataques forman parte de una campaña más amplia que Hezbollah ha llevado a cabo desde el domingo, en respuesta a los ataques israelíes.
La tensión en la región ha alcanzado niveles alarmantes, con el jefe militar israelí declarando el miércoles que se estaban preparando para una posible operación terrestre en Líbano.
“Estamos atacando todo el día, tanto para preparar el terreno ante la posibilidad de su entrada, como para seguir golpeando a Hezbollah”, declaró el teniente general Herzi Halevi.
Esta amenaza se produce tras 11 meses de intercambios de fuego transfronterizos, que ahora amenazan con convertirse en una guerra a gran escala.