Hezbollah reivindicó este jueves el lanzamiento de andanadas de proyectiles y drones contra varios asentamientos y objetivos militares en el norte de Israel, acciones que fueron acompañadas de intensos bombardeos del Estado judío contra varias localidades del sur y el este del Líbano.
El grupo terrorista dijo en una serie de comunicados que lanzó “andanadas de misiles” contra el asentamiento de Kiryat Motzkin y contra un complejo industrial de la empresa armamentística israelí Rafael, ambos objetivos ubicados al norte de la ciudad costera de Haifa.
Igualmente, reivindicó el lanzamiento de una descarga de cohetes de fabricación iraní Falaq-2 contra el asentamiento de Kiryat Shmona, un blanco pegado a la frontera con el Líbano que ha sido recurrente en casi un año de intercambio de fuego, mientras que también dijo haber atacado con 50 proyectiles la colonia de Ahihud, al este de Acre.
También la localidad de Safed fue atacada con “80 misiles”, de acuerdo con el movimiento armado.
Por otra parte, afirmó que atacó las base militar de Dado y la sede de reserva de la División de Galilea con múltiples proyectiles, mientras que dijo haber lanzado un “escuadrón de drones de asalto” contra la base de Shimshon, que según el grupo alberga “un centro de preparación y unidad de equipamiento regional”.
Israel, por su parte, continuó este jueves con su campaña masiva de bombardeos iniciada el lunes contra múltiples localidades del sur y el este del Líbano, pero también contra los barrio del sur de Beirut conocidos como el Dahye, uno de los principales bastiones de Hezbollah en el país.
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El ataque contra Beirut, el cuarto en menos de siete días y el sexto desde que comenzó el fuego cruzado entre Israel y Hezbollah, en octubre del año pasado, dejó al menos dos muertos y 15 heridos, según el Ministerio de Salud Pública libanés.
El Ejército de Israel intensificó sus operaciones militares contra Hezbollah en Líbano en las últimas horas, rechazando las propuestas de un alto el fuego de 21 días presentadas por Estados Unidos y sus aliados, en medio de una creciente preocupación por la escalada del conflicto en la frontera norte de Israel.
La campaña de ataques ha dejado desde el lunes más de 600 muertos, un número de víctimas sin precedentes en semejante horquilla de tiempo desde la guerra civil libanesa (1975-1990), y ha obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares en las áreas afectadas.
La tensión en la región ha alcanzado niveles alarmantes, con el jefe militar israelí declarando el miércoles que se estaban preparando para una posible operación terrestre en Líbano.
“Estamos atacando todo el día, tanto para preparar el terreno ante la posibilidad de su entrada, como para seguir golpeando a Hezbollah”, declaró el teniente general Herzi Halevi.
Esta amenaza se produce tras 11 meses de intercambios de fuego transfronterizos, que ahora amenazan con convertirse en una guerra a gran escala.
(Con información de EFE)