Rusia atacó este martes un barrio residencial de Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, dejando al menos tres muertos y 31 heridos. El episodio, que incluyó cinco maniobras aéreas, se produjo cerca de las 15:20 horas y alcanzó un edificio de viviendas de ocho pisos y una panadería.
“Rusia es un Estado terrorista y lo demuestra con sus propias acciones (...) contra la vida ordinaria de la gente corriente (...) Mi más sentido pésame a todos los familiares y amigos”, escribió en su canal de Telegram el gobernador de la región, Oleg Sinegubov, que precisó que los ataques se produjeron en los distritos de Stari Saltiv y Kiev y que, a pesar de quedar completamente destruidos, los rescatistas pudieron salvar a algunas personas de entre los escombros.
“Actualmente, se habla mucho en la Asamblea General de Naciones Unidas sobre los esfuerzos colectivos de seguridad para el futuro pero solo tenemos que detener el terror y la agresión criminal de Rusia para estar seguros de que habrá futuro”, escribió a continuación Sinegubov.
El primer ministro, Denis Shmigal, también condenó lo ocurrido y aseguró que “Rusia aterroriza deliberadamente a Kharkiv y a otras ciudades pacíficas” y, por tanto, “hacemos un llamamiento a nuestros socios para que proporcionen más sistemas de defensa aérea, más misiles”.
“Contamos con el coraje para decidir atacar objetivos militares en territorio enemigo con armas occidentales. Esto es necesario para proteger a las personas”, continuó en línea con los pedidos del Gobierno de los últimos meses a los aliados para que cesen las restricciones y permitan a sus tropas utilizar los misiles de largo alcance contra bases y objetivos militares enemigos dentro de Rusia.
El ataque de este martes se produjo en medio del viaje de Volodimir Zelensky a Estados Unidos, donde aprovechará la Asamblea General de las Naciones Unidas para brindar un discurso ante los líderes mundiales, antes de seguir viaje a Washington, donde se encontrará con el presidente Joe Biden, Kamala Harris y Donald Trump.
Estas reuniones serán cruciales para el mandatario ucraniano ya que buscará una vez más, después de dos años y medio, poner fin al conflicto bélico en su país por medio de un nuevo “plan de victoria”, que “será una base para hablar en cualquier formato con Rusia” y alcanzar una “paz justa y estable” que asegure que “la guerra no volverá a nosotros en una ola aún mayor” en los próximos años.
Es por ello que espera que sea acompañado por Biden y los dos aspirantes a continuar en su cargo.
“Hemos llegado a Estados Unidos. El plan para la victoria de Ucrania estará sobre la mesa para todos nuestros aliados”, prometió Zelensky a su llegada e instó a los líderes mundiales a que piensen en sus legados antes de tomar una decisión sobre su proyecto: “Ahora se está determinando cuál será el legado de la actual generación de líderes de los estados, los que ocupan los cargos más altos”.
Por su parte, desde el gabinete de Biden aseguraron que el mandatario aprovechará las últimas semanas que le quedan en el cargo para “poner a Ucrania en la mejor posición posible para prevalecer”, mientras que Harris aseguró que continuaría con sus políticas.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)