Más de 90.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a los recientes ataques de Israel en varios puntos de Líbano, según un balance provisional proporcionado por la ONU. Sin embargo, las autoridades libanesas estimaron que el número de desplazados podría alcanzar los 400.000.
El informe anterior de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), publicado el 19 de septiembre, calculaba que 111.000 personas habían sido desplazadas en Líbano debido al aumento de la violencia que comenzó hace casi un año, cuando las fuerzas israelíes y Hezbollah empezaron a intercambiar ataques a lo largo de la frontera.
Desde el 23 de septiembre, se registraron 90.530 desplazamientos adicionales, que incluyen personas que ya habían sido previamente trasladadas por temor a ser víctimas de un ataque. Según la ONU, cerca de 40.000 de estos ciudadanos han recurrido a más de 283 refugios dispuestos para recibirlos.
El Gobierno de Líbano maneja actualmente cifras mucho más elevadas. Según el ministro de Exteriores libanés, Abdalá bu Habib, antes de los recientes enfrentamientos “teníamos 110.000 desplazados y ahora esta cifra se aproxima al medio millón”, expresó durante un evento organizado por el ‘think tank’ Carnegie Endowment for International Peace. Hasta la fecha, estos ataques han causado más de 550 muertos y alrededor de 1.800 heridos.
“Nadie esperaba que la guerra tomara esta dimensión”, enfatizó bu Habib. “Los libaneses hemos tenido suficiente guerra, es muy difícil para los libaneses aceptar lo que está pasando”
El ministro libanés también subrayó el papel crucial de Estados Unidos para frenar el conflicto, afirmando que Washington “es la clave para la salvación, si se puede usar esa palabra”. Por otra parte, criticó al gobierno de Israel, liderado por Benjamin Netanyahu, señalando que parece “no poder sobrevivir, si no es con la guerra”
El ministro libanés afirmó que “cada vez que ha habido una escalada, ha sido a causa de Israel”, mencionando las explosiones coordinadas registradas la semana pasada en miles de dispositivos de comunicación, que dejaron más de 40 muertos y cerca de 3.500 heridos. “Fue un ataque principalmente contra Hezbollah, pero muchos civiles resultaron afectados”, denunció, calificando el hecho como un “acto contra la soberanía y la independencia de Líbano” y “un ataque contra el país”.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó este miércoles que miles de familias están escapando de Líbano hacia Siria debido al aumento de los bombardeos. Además, señaló que cientos de vehículos están varados en la frontera, mientras otros cruzan a pie llevando consigo algunas de sus pertenencias.
En tanto, Benjamin Netanyahu, anunció que los ataques contra Líbano continuarán, con el foco en Hezbollah. El primero ministro israelí acusó al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, de llevar a Líbano “al borde del desastre” y reiteró su pedido a los civiles para evacuar viviendas donde se cree que Hezbollah almacena misiles, advirtiendo que quien tenga armas en su hogar “ya no tendrá un hogar”.
(Con información de Europa Press)