La ofensiva rusa en Donetsk avanza hacia la toma de Vugledar

La intensa ofensiva rusa en Donetsk, basada en su superioridad numérica de artillería y aérea, está acercándose a la toma de Vugledar. Aunque las tropas ucranianas siguen causando considerables bajas al enemigo, corren el riesgo de quedar rodeadas por el avance ruso.

La situación en los alrededores de este antiguo nudo logístico clave en el centro de la región se ha vuelto crítica, luego de que las fuerzas rusas lograran llegar a sus afueras orientales en los últimos días, según DeepState, una plataforma influyente en análisis militar.

Las tropas ucranianas defendieron la ciudad durante más de dos años, logrando infligir varios golpes significativos al enemigo al rechazar sus asaltos frontales, especialmente en el verano de 2022 y la primavera de 2023.

No obstante, los recientes avances rusos alrededor de la ciudad han puesto a las tropas ucranianas en una posición precaria, obligando a sus líderes a decidir entre continuar luchando en una guerra urbana o retirarse de la ciudad, en gran parte destruida, antes de que las fuerzas rusas corten los últimos enlaces logísticos.

Más de 100 residentes aún permanecen en la ciudad que ha sido sometida a intensos bombardeos. Antes del inicio de la invasión, la ciudad contaba con una población de aproximadamente 17.000 personas.

“Los katsaps (término peyorativo para referirse a los rusos) están tratando de rodear el asentamiento y lo están devastando con artillería y bombas aéreas guiadas”, enfatiza el análisis de DeepState.

Mientras los grupos de infantería rusos intentan avanzar desde el este hacia el interior de la ciudad, también se registran ataques desde Pavlivka en el sur, así como en las proximidades de Vodiane al noreste y desde Prechistivka al oeste.

El control de Vugledar es crucial para los rusos, ya que les permitiría asegurar el funcionamiento eficiente del enlace ferroviario entre las áreas ocupadas de Donetsk y Zaporizhzhia, en el sur, según explicó Oleksandr Kovalenko, observador militar del grupo Resistencia Informativa.

Si Ucrania decide defender Vugledar el mayor tiempo posible, el terreno favorable podría permitirle infligir grandes pérdidas a las fuerzas rusas. Sin embargo, la situación probablemente se complicará si Rusia logra avanzar más profundamente en la ciudad.

La ciudad está siendo defendida por la 72ª brigada mecanizada, una unidad experimentada pero muy agotada. Esta brigada estaba a punto de retirarse para un descanso largamente esperado cuando las fuerzas rusas intensificaron su ofensiva hace varias semanas.

Varios analistas y blogueros militares señalan que mantener Vugledar hasta el final implicaría valorar más las ruinas de la ciudad que las vidas de los soldados.

“Es probable que estemos presenciando las últimas fases de su defensa... Solo espero que se hayan emitido las órdenes adecuadas, priorizando las vidas de los soldados por encima del deseo de mantener el terreno”, escribe un oficial ucraniano, conocido como “Tatarigami”, quien también es responsable de la plataforma analítica Frontelligence Insight.

El analista militar Kostiantin Mashovets señaló que los ucranianos deben estar preparados psicológicamente para una “muy probable” retirada no solo de Vugledar, sino también de Toretsk y Selidove.

Aunque Rusia ha logrado avances en Donetsk, esto no representa una victoria militar definitiva, según analistas. La caída de Vugledar no supondría una ventaja logística significativa para Rusia ni abriría el camino hacia nuevos avances en el oeste de Donetsk, según el Instituto para el Estudio de la Guerra.

Con Ucrania dependiendo en gran medida de la ayuda exterior, los avances tácticos en el campo de batalla pueden tener repercusiones estratégicas, explicó Oleksí Melnik, del Razumkov Centre. Rusia, a pesar de perder más de 1.200 soldados al día, busca proyectar una imagen de invencibilidad para debilitar el apoyo occidental a Ucrania.

Mientras Occidente pone en duda autorizar el uso de misiles de largo alcance contra aeródromos rusos, las fuerzas rusas continúan su avance, lanzando miles de bombas guiadas y devastando ciudades y pueblos en el este de Ucrania.

(Con información de EFE)