Autoridades militares rusas anunciaron este martes la “liberación” de una docena de localidades de la región de Kursk, escenario de una incursión sin precedentes por parte de las fuerzas ucranianas, que llegaron a controlar al principio de la misma más de 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso.
El comandante de las fuerzas especiales de Ajmat, Apti Alaudinov, señaló que durante las últimas operaciones del Ejército ruso se han logrado infligir “pérdidas muy grandes” a las tropas ucranianas. “No tiene recursos para avanzar; está tratando de conservar de alguna manera las zonas que ya ha tomado, pero ya han perdido doce asentamientos”, dijo Alaudinov, en declaraciones a la televisión rusa, según recoge la agencia TASS.
Hace un par de semanas, el Ministerio de Defensa ruso informó de que otros diez asentamientos habían sido recuperados tras un aumento de las operaciones.
En contraste, en las últimas horas, Ucrania señaló que logró abrir otra vía de entrada a través de la frontera.
Ucrania continúa atacando en Kursk, pese a los intentos de Rusia de ganar iniciativa, y ataca los depósitos de municiones del enemigo y otros elementos logísticos militares para debilitar su presión en otras partes del frente.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Estados Unidos, las tropas ucranianas han logrado nuevos avances en el distrito ruso de Glushkovo, progresando cerca de Veseloye y atacando cerca de Novy Put y Medvezhye.
Tanto Ucrania como Rusia han lanzado ataques alrededor de Sudzha, pero no se han registrado avances confirmados, según el último informe de ISW.
La iniciativa que Ucrania mantiene en Kursk y los exitosos ataques contra depósitos de municiones subrayan su capacidad de dañar militarmente a Rusia y así respaldan el esfuerzo del presidente Volodimir Zelensky, de visita en los Estados Unidos, para asegurar un mayor apoyo de los aliados, según analistas militares.
Importancia estratégica
La importancia de los éxitos de Ucrania en Kursk va más allá de su impacto en el campo de batalla, estima el analista militar Mikola Bielieskov.
Mientras Zelensky busca un aumento decisivo del apoyo militar de los aliados, la operación demuestra que el ejército ucraniano sigue siendo capaz de una operación ofensiva secreta y bien ejecutada, subrayó en una reciente entrevista a la plataforma Militarni.
Esto compensa la decepción por el fracaso de la contraofensiva de verano de 2023 y sugiere que una mayor inversión en la defensa de Ucrania por parte de los aliados aún podría conducir a éxitos ucranianos en el campo de batalla, explicó Bielieskov.
Además, al agudizar la escasez de reservas en Rusia, la operación en Kursk aumenta la presión sobre el Kremlin para que anuncie otra movilización.
(Con información de EFE y EP)