El papa Francisco, de 87 años, canceló su agenda para este lunes debido a un estado gripal leve, y como medida de precaución teniendo en cuenta el viaje a Luxemburgo y Bélgica del 26 al 29 de septiembre.
“Debido a un estado gripal leve, y como medida de precaución teniendo en cuenta los viajes de los próximos días, las audiencias papales previstas para hoy quedan canceladas”, indicó la oficina de prensa del Vaticano en una nota.
Francisco, que en diciembre cumplirá 88 años, apareció este domingo en la ventana del palacio apostólico para el rezo del ángelus en buenas condiciones.
El pontífice regresó el pasado 13 de septiembre del que fue su viaje internacional más largo, 12 días y cuatro países: Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
Durante el invierno había tenido que anular algunas audiencias por una bronquitis que arrastró durante semanas y que le impidió también leer algunos discursos.
Para permitir su recuperación, el pontífice argentino anuló el viaje previsto a principios de diciembre de 2023 a Dubái para participar en la cumbre del Clima.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, informará este lunes sobre el viaje del 26 al 29 de septiembre a Luxemburgo y Bélgica, y podrá dar más detalles sobre el estado de salud del pontífice.
Su viaje más largo
El papa Francisco concluyó el pasado 13 de septiembre lo que se suponía una dura prueba en su pontificado: el viaje internacional más largo, 12 días en los que recorrió cuatro países - Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur - y en el que a pesar de sus 87 años y sus problemas de movilidad superó sin inconvenientes en buena forma y sin dar señales de debilidad.
El viaje en el que recorrió 32.000 kilómetros, sumados a los que hizo en carro y papamóvil entre los fieles, los cuatro cambios de horario y siete vuelos, no parecen haber hecho mella en el pontífice que durante su despedida en Singapur con una visita a una casa para ancianos y un encuentro con los jóvenes en el que volvió a demostrar buen humor.
Es verdad, que respecto a otros viajes, se bajó el ritmo de los actos y se le permitió hacerle descansar de un país a otro con algunas horas libres a las llegadas.
Pero el pontífice argentino, que debido a sus dolores en una rodilla tiene que moverse en silla de ruedas, no ha renunciado a nada, incluidos los extenuantes recorridos en papamóvil de más de 40 minutos entre los fieles en las misas multitudinarias que ha celebrado y combatiendo además con el calor y humedad de estos países.
(Con información de EFE)