Los abogados de las mujeres que acusan de agresión sexual y violación a Mohamed al-Fayed afirmaron este viernes que el fallecido multimillonario “era un monstruo”, al que ayudó “un sistema interno establecido” en Harrods, los grandes almacenes de lujo londinenses de los que fue propietario entre 1985 y 2010.
Estos letrados ofrecieron una rueda de prensa, junto con una de las ex empleadas denunciantes -Natacha-, después de que una veintena revelara los abusos a los que fueron sometidas en un impactante documental difundido el jueves por la BBC.
Natacha considera que entró “en la boca del lobo” cuando aceptó trabajar para Al-Fayed y recuerda los horrores que vivió durante esa etapa. Contó que fue sometida a pruebas de VIH y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) sin su consentimiento y que fue víctima de abusos físicos y psicológicos.
En la conferencia de prensa, Natacha se refirió al empresario egipcio como “el presidente” y “un depredador enfermo”, y dijo que se aprovechaba de las empleadas más vulnerables, aquellas que necesitaban pagar el alquiler y no tenían una red de apoyo familiar. Según sus declaraciones, Al-Fayed utilizaba un modus operandi repetitivo para atraer a sus víctimas, haciéndolas sentir seguras y cómodas antes de comenzar con los abusos.
En su relato, Natacha también mencionó un incidente específico en el que fue citada en el apartamento privado de Al-Fayed bajo el pretexto de una revisión laboral. Al llegar, encontró juguetes sexuales a la vista y fue atacada por su jefe. Tras luchar para liberarse, Al-Fayed se rió de ella y la amenazó con arruinar su carrera si contaba lo sucedido. “Me dijo, en términos inequívocos, que nunca dijera una palabra de esto a nadie. Si lo hacía, no volvería a trabajar en Londres, y él sabía dónde vivía mi familia. Me sentí asustada y enferma”, recordó.
El documental “Al-Fayed: Predator at Harrods” (Al-Fayed: depredador en Harrods) reunió pruebas que indican que la dirección de Harrods no solo no intervino, sino que ayudó a encubrir los abusos e incluso los facilitó.
Los propietarios actuales de la compañía afirmaron estar “absolutamente horrorizados” por las acusaciones y señalan que desde que empezaron a surgir en 2023 establecieron un sistema de compensación.
Los abogados de las denunciantes indicaron en la rueda de prensa de este viernes que se investigarán también posibles agresiones del potentado en otros de sus negocios, como el club de fútbol londinense Fulham, del que fue propietario entre 1997 y 2013, y el hotel Ritz de París, que poseyó desde 1979 hasta su muerte el año pasado.
Tocamientos, violaciones en viajes de trabajo, humillaciones y amenazas, además de control por parte del equipo de seguridad, fueron algunas de las vejaciones impuestas a esas trabajadoras, algunas menores de edad, que fueron obligadas a firmar acuerdos de confidencialidad o no se atrevieron a denunciar al poderoso empresario en esa época por temor a represalias.
“En mis años de experiencia nunca he visto un caso tan horrible como este”, declaró el abogado Dean Armstrong, que calificó de “monstruo” al magnate de origen egipcio, fallecido en 2023 a los 94 años.
“Combina algunos de los peores elementos de los de Jimmy Savile, Jeffrey Epstein y Harvey Weinstein”, tres notorios depredadores sexuales y pederastas británico el primero y estadounidenses los otros dos, agregó.
Armstrong explicó que había en Harrods “un sistema de tráfico de mujeres para la gratificación sexual” de Al-Fayed, que incluía un proceso de selección y exámenes ginecológicos invasivos, y acusó a la compañía de haber incumplido su deber de velar por la plantilla y “garantizar la seguridad en el trabajo”.
El letrado reveló que su bufete ya representa a 37 ex empleadas dispuestas a llevar el caso a los tribunales y espera que otras se acerquen tras ver el documental televisivo.
Subrayó que su meta es “obtener justicia para las víctimas” y que va “mucho, mucho más allá del dinero”.
Su colega Bruce Drummond declaró por su parte que se trata de “uno de los peores casos de explotación sexual corporativa” jamás vistos y mantuvo que Harrods “debe aceptar la responsabilidad por el daño que estas mujeres han sufrido”.
Los famosos almacenes pertenecen ahora a Harrods Ltd, propiedad del Estado de Qatar a través de su fondo soberano de riqueza, la Qatar Investment Authority.
Mohamed al-Fayed inmigró al Reino Unido en 1974 y ya era una figura pública muy conocida cuando se hizo cargo de Harrods en 1985.
Su hijo Dodi fue el novio de la princesa Diana de Gales y ambos murieron en el accidente de coche en agosto de 1997 en París cuando trataban de huir de la persecución de los fotógrafos de prensa.
(Con información de EFE)