En momentos críticos en los que tanto las Fuerzas Armadas de Rusia como las tropas de Ucrania se enfrentan a una escasez de armamento, que les impide continuar con sus ofensivas, el Kremlin manifestó su descontento con la India por la presencia de su artillería en las filas de Kiev.
Este tema se remonta a años atrás, con el inicio de la guerra, cuando Nueva Delhi -que supo ser el mayor importador de armas del mundo durante mucho tiempo- vio este momento como una oportunidad para explotar su sector exportador de armamento. Es por ello que puso en marcha un plan que le permitió aumentar considerablemente sus números en poco tiempo.
Entre 2018 y 2023, la India había exportado unos USD 3.000 millones en estas piezas, según datos recopilados por el Stockholm International Peace Research Institute. Sin embargo, el ministro de Defensa, Rajnath Singh, precisó que en el último año fiscal la cifra había ascendido a USD 2.500 millones y se espera que el número se ubique en los USD 6.000 millones para 2029.
A la par, datos aduaneros mostraron que antes de febrero de 2002, Yantra, Munitions India y Kalyani Strategic Systems habían exportado unos USD 2,8 millones en componentes de munición mientras que, entre el estallido y julio de 2024, la cifra ya había aumentado a USD 135,25 millones.
Estas transferencias se realizan, principalmente, a Italia, la República Checa, España y Eslovenia, y tienen como condición que su uso debe estar limitado al comprador declarado.
Sin embargo, en el marco de los envíos de asistencia a las tropas de Volodimir Zelensky, que llevan más de un año, parte de este armamento habría sido desviado hasta Kiev y, en consecuencia, utilizado contra Rusia. Cabe resaltar que tanto Roma como Praga lideran una iniciativa que busca suministrar a Ucrania armamento producido fuera de la Unión Europea.
El Kremlin planteó su descontento sobre este tema en al menos dos ocasiones, incluida una reunión del pasado julio entre el ministro de Asuntos Exteriores Serguei Lavrov y su par indio. “Probablemente, en la reciente y repentina expansión, se han producido algunos casos de violaciones del usuario final”, opinó por su parte el experto en defensa del país, Arzan Tarapore, en respaldo a los datos de los documentos.
Desde el gabinete del primer ministro Narendra Modi, que se niega a sumarse a las sanciones contra Moscú, con quien mantiene cálidos lazos, aseguraron que nunca han vendido ni proyectiles ni artillería a Ucrania y denunciaron que los informes son “especulativos y engañosos”.
“India ha estado llevando a cabo sus exportaciones de defensa teniendo en cuenta sus obligaciones internacionales en materia de no proliferación y basándose en un sólido marco legal y reglamentario, que incluye una evaluación holística de los criterios pertinentes, incluidas las obligaciones y certificaciones del usuario final”, declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Randhir Jaiswal, y sumó que las acusaciones “implican violaciones por parte de la India donde no las hay”.
En tanto, dos fuentes del Ejecutivo de Nueva Delhi y de la industria aseguraron que el país produce una cantidad mínima del armamento encontrado en Ucrania, que representaría apenas el 1% de sus importaciones para la guerra.
De todas formas, la India, que asegura estar siguiendo de cerca el tema, no ha tomado aún ninguna medida específica para poner un freno a esta situación, posiblemente porque ello limitaría el crecimiento de su sector exportador, y se negaron a brindar mayores detalles al respecto. Desde Rusia, Ucrania, Italia, España o la República Checa tampoco se recibieron comentarios.
(Con información de Reuters)