La compañía japonesa Icom anunció este jueves que está investigando los informes que señalan que varios walkie-talkies que explotaron en Líbano llevaban su logotipo.
En un comunicado, la empresa confirmó que ha tenido conocimiento de las noticias sobre dispositivos de comunicación con la marca Icom que detonaron en bastiones del grupo Hezbollah.
“Estamos investigando los hechos alrededor de esta cuestión. Publicaremos información actualizada cuando esté disponible en nuestro sitio web”, expresó la firma, que fabrica equipos de radio y telecomunicaciones.
Las explosiones de este miércoles se produjeron en una serie de aparatos de comunicación utilizados por miembros del grupo terrorista.
Las autoridades libanesas informaron que 20 personas murieron y más de 450 resultaron heridas por una segunda ola de explosiones. Un día antes, la detonación simultánea de cientos de “bepeers” usados por el grupo islamista había provocado la muerte de 12 personas y dejado más de 2.800 heridos en varias zonas del país.
Las imágenes que circularon tras los ataques mostraban walkie-talkies destrozados con la inscripción “ICOM” y “Made in Japan”, lo que llevó a la empresa japonesa a lanzar una investigación para determinar si efectivamente se trata de sus productos.
Tanto Hezbollah como su aliado palestino, Hamas, acusaron a Israel de estar detrás de las explosiones, a pesar de que hasta el momento el gobierno israelí no ha emitido comentarios sobre estos incidentes.
La relación entre Israel y Hezbollah ha sido tensa desde el inicio de la guerra en Gaza, el 7 de octubre del año pasado, cuando Israel respondió a los ataques del grupo terrorista Hamas. Desde entonces, se han registrado intercambios de fuego casi diarios en la frontera entre Israel y Líbano.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó el martes que el conflicto se estaba expandiendo al norte del país y que Israel se encontraba “en el inicio de una nueva fase de la guerra”. Además destacó que los nuevos objetivos incluirían también a Hezbollah.
Ante el temor de una escalada mayor en el conflicto, diplomáticos de alto nivel de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia se reunirán en París este jueves para abordar la situación en el Medio Oriente.
Asimismo, se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU celebre una reunión el viernes para discutir la crisis en Gaza y la creciente inestabilidad en la región.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, participará en las conversaciones en la capital francesa, luego de haber visitado El Cairo para discutir un posible alto al fuego en Gaza.
Desde Washington, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, John Kirby, advirtió que no se debe permitir una escalada militar en la región y subrayó que “la solución a esta crisis no pasa por más operaciones militares”.
Las explosiones de los dispositivos de comunicación han generado pánico en Líbano, particularmente en las zonas controladas por Hezbollah.
Medios locales reportaron que en el sur y este del país se registraron explosiones similares a las de Beirut, que afectaron a civiles y militantes del grupo islamista.
Hezbollah ha responsabilizado a Israel por lo que calificó de “agresión criminal” y ha prometido tomar represalias.
El grupo ha advertido que este tipo de ataques solo aumentará la tensión en la región y podría desencadenar una guerra a gran escala. El ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, Abdallah Bou Habib, también condenó las explosiones, señalando que representan una “violación flagrante” de la soberanía libanesa.
Por su parte, Irán, principal aliado de Hezbollah, ha respaldado las declaraciones del grupo.
El embajador iraní en Líbano resultó herido en una de las explosiones, lo que llevó a Teherán a advertir que se reserva el derecho de tomar medidas de represalia contra Israel.
(Con información de AFP y Reuters)