El Ejército de Israel anunció este jueves el bombardeo de seis “sitios de infraestructuras terroristas” de Hezbollah y una instalación de almacenamiento de armas en el sur de Líbano.
La fuerza aérea “atacó sitios de infraestructuras terroristas de Hezbollah en las áreas de Chihine, Tayibe, Blida, Meis El Jabal, Aitarun y Kfarkela en el sur de Líbano, así como una instalación de almacenamiento de armas de Hezbollah en el área de Khiam”, también en el sur.
Por otra parte, varias personas habrían resultado heridas en el norte de Israel tras el lanzamiento de al menos dos misiles antitanque disparados desde Líbano, según informó la prensa israelí. De momento, no han trascendido más detalles sobre este incidente.
Este nuevo intercambio de fuego en la frontera entre Israel y Líbano llega después de que la tarde de este miércoles se produjera una segunda oleada de explosiones simultáneas en aparatos inalámbricos de comunicación que causó al menos otros 20 muertos y 450 heridos en diversos puntos del Líbano.
En total, las detonaciones de miles de dispositivos de comunicación en tan solo 24 horas han dejado 32 fallecidos y más de 3.200 heridos.
La formación chií, que atribuyó el ataque del martes a Israel y prometió venganza, todavía no se ha pronunciado sobre las últimas detonaciones.
Estos ataques sin precedentes han vuelto a disparar el temor al estallido de una guerra abierta en el Líbano, contra el que Israel ya había intensificado su retórica en los días anteriores, insistiendo en la necesidad de acabar con la presencia de Hezbollah en la frontera para que los más de 60.000 evacuados puedan regresar a sus casas.
“Ya he dicho que devolveremos a los residentes del norte (de Israel) a salvo a sus hogares, y eso es exactamente lo que haremos”, reiteró el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ayer en un breve mensaje de video.
Poco antes de que la oficina de Netanyahu publicase el breve video, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ya había avisado en una visita a las tropas de la fuerza aérea que el país se dirige a una “nueva fase” de la guerra en Gaza, a medida que despliega más fuerzas y recursos en la frontera con Líbano.
Por su parte, la compañía japonesa Icom anunció este jueves que está investigando los informes que señalan que varios walkie-talkies que explotaron en Líbano llevaban su logotipo. En un comunicado, la empresa confirmó que ha tenido conocimiento de las noticias sobre dispositivos de comunicación con la marca Icom que detonaron en bastiones del grupo Hezbollah.
“Estamos investigando los hechos alrededor de esta cuestión. Publicaremos información actualizada cuando esté disponible en nuestro sitio web”, expresó la firma, que fabrica equipos de radio y telecomunicaciones.
Las imágenes que circularon tras los ataques mostraban walkie-talkies destrozados con la inscripción “ICOM” y “Made in Japan”, lo que llevó a la empresa japonesa a lanzar una investigación para determinar si efectivamente se trata de sus productos.
Tanto Hezbollah como su aliado palestino, Hamas, acusaron a Israel de estar detrás de las explosiones, a pesar de que hasta el momento el gobierno israelí no ha emitido comentarios sobre estos incidentes.
(Con información de AFP y EFE)