La Reserva Federal de Estados Unidos anunciará una baja en los tipos de interés por primera vez en cuatro años

Después de haber controlado la inflación, la Reserva Federal está a punto de hacer el miércoles algo que no ha hecho en más de cuatro años: recortar su tasa de interés de referencia, un paso que debería conducir a menores costos de endeudamiento para los consumidores y las empresas a pocas semanas de las elecciones presidenciales.

Sin embargo, la reunión de esta semana está rodeada de un inusual aire de incertidumbre: no está claro cuál será la magnitud del recorte de tipos de la Reserva Federal. Los operadores de Wall Street y algunos economistas prevén una creciente probabilidad de que el banco central anuncie un recorte de medio punto más de lo habitual. Muchos analistas prevén un recorte de tipos más típico de un cuarto de punto.

Con la inflación apenas por encima de su nivel objetivo, las autoridades de la Reserva Federal han estado cambiando su enfoque hacia el apoyo a un mercado laboral debilitado y el logro de un raro “aterrizaje suave”, por el que frena la inflación sin causar una recesión aguda. Un recorte de los tipos de medio punto indicaría que la Reserva Federal está tan decidida a mantener un crecimiento económico saludable como a vencer la elevada inflación. Se espera que la medida de esta semana sea sólo la primera de una serie de recortes de tipos de la Fed que se prolongarán hasta 2025.

Los altos tasas de interés y los elevados precios de todo, desde los alimentos hasta la gasolina y el alquiler, han avivado la desilusión generalizada del público con la economía y han proporcionado una línea de ataque para la campaña del ex presidente Donald Trump. La vicepresidenta Kamala Harris, por su parte, ha denunciado que la promesa de Trump de imponer aranceles a todas las importaciones elevaría mucho más los precios para los consumidores.

Con el tiempo, los recortes de tipos de la Fed deberían reducir los costes de endeudamiento para hipotecas, préstamos para automóviles y tarjetas de crédito, así como para préstamos empresariales. El gasto empresarial podría crecer, al igual que las cotizaciones bursátiles. Las empresas y los consumidores podrían refinanciar sus préstamos a tipos más bajos.

El presidente Jerome Powell dejó claro el mes pasado en un discurso de alto perfil en Jackson Hole, Wyoming, que los funcionarios de la Fed confían en que la inflación ha sido derrotada en gran medida. Se ha desplomado desde un máximo del 9,1% en junio de 2022 hasta el 2,5% el mes pasado, no muy por encima del objetivo del 2% de la Fed. Los funcionarios del banco central lucharon contra el aumento de los precios subiendo su tipo de interés clave 11 veces en 2022 y 2023 hasta un máximo de dos décadas del 5,3% para tratar de frenar el endeudamiento y el gasto, enfriando en última instancia la economía.

Desde entonces, el crecimiento salarial se ha ralentizado, eliminando una posible fuente de presión inflacionista. Y los precios del petróleo y el gas están bajando, señal de que la inflación debería seguir enfriándose en los próximos meses. Los consumidores también se oponen a los precios altos, obligando a empresas como Target y McDonald’s a ofrecer ofertas y descuentos.

Sin embargo, tras varios años de fuerte crecimiento del empleo, los empresarios han ralentizado la contratación, y la tasa de desempleo ha subido casi un punto porcentual desde su mínimo de medio siglo en abril de 2023 hasta un todavía bajo 4,2%. Una vez que el desempleo aumenta tanto, tiende a seguir subiendo. Pero los funcionarios de la Fed y muchos economistas señalan que el aumento del desempleo refleja en gran medida un aumento de nuevos trabajadores en busca de empleo -en particular los nuevos inmigrantes y los recién graduados universitarios- en lugar de despidos.

Aún así, Powell dijo en Jackson Hole que “haremos todo lo posible para apoyar un mercado laboral fuerte”. Añadió que cualquier “mayor debilitamiento” del mercado laboral sería “inoportuno”.

Algunos analistas han dicho que una declaración tan amplia sugiere que Powell estaría a favor de un recorte de tipos de medio punto. Otros economistas siguen pensando que es más probable una reducción de un cuarto de punto.

Lo que está en juego es la rapidez con la que la Reserva Federal quiere bajar los tipos de interés hasta un punto en el que ya no actúen como un freno para la economía, ni como un acelerador. No está claro cuál es ese nivel “neutral”, aunque muchos analistas lo sitúan entre el 3% y el 3,5%. Los economistas partidarios de una reducción de medio punto argumentan que el tipo de interés oficial de la Reserva Federal es mucho más alto de lo necesario ahora que la inflación está en retroceso.

Pero otros señalan que la Reserva Federal suele reducir su tipo medio punto o más sólo en caso de emergencia. La última vez que hizo un recorte equivalente fue en marzo de 2020, cuando la pandemia paralizó la economía. Dado que los consumidores siguen gastando y que es probable que la economía crezca a un ritmo saludable en el trimestre julio-septiembre, los funcionarios más cautos de la Fed pueden argumentar que no hay prisa por recortar.

Una señal esperanzadora es que, como Powell y otros funcionarios de la Fed han señalado que se avecinan recortes de tipos, muchos tipos de interés ya han bajado en previsión. El tipo medio de las hipotecas a 30 años, por ejemplo, bajó al 6,2% la semana pasada, el nivel más bajo en unos 18 meses y desde un máximo de casi el 7,8%, según el gigante hipotecario Freddie Mac. Otros tipos, como el rendimiento del bono del Tesoro a cinco años, que influye en los tipos de los préstamos para automóviles, también han bajado.