Un buque filipino que pasó meses anclado en un arrecife en disputa en el Mar de China Meridional ha abandonado la zona, informó el domingo el consejo marítimo nacional.
El buque guardacostas filipino BRP Teresa Magbanua había estado anclado en el interior del banco de arena de Sabina (Sabina Shoal) desde abril para hacer valer las reivindicaciones de Manila sobre la zona e impedir que China se apoderara de ella después de que científicos filipinos descubrieran en sus aguas poco profundas pilas sumergidas de corales triturados que desataron sospechas de que China podría estar preparando la construcción de una estructura en el atolón.
Beijing ha seguido insistiendo en sus reivindicaciones sobre casi todo el Mar de China Meridional, a pesar de que un tribunal internacional ha dictaminado que su afirmación carece de base jurídica.
Buques filipinos y chinos han chocado al menos tres veces recientemente cerca de Sabina Shoal, situado a 140 kilómetros de la isla occidental filipina de Palawan y a 1.200 kilómetros de la masa continental más cercana a China, la isla de Hainan.
El ala del puente y el francobordo del Teresa Magbanua resultaron dañados en una de las colisiones.
“Durante su despliegue... desafió el cerco de una flotilla mayor de intrusos, luchó contra las inclemencias del tiempo y su tripulación sobrevivió con las reducidas provisiones diarias”, declaró el domingo en un comunicado el Secretario Ejecutivo del Presidente del Consejo Marítimo Nacional, Lucas Bersamin.
El mes pasado, buques chinos bloquearon una misión de reabastecimiento para los marineros filipinos a bordo del buque, dejándoles en una situación crítica de escasez de alimentos y otras provisiones.
El Teresa Magbanua “llevó a cabo sus tareas de centinela contra todo pronóstico”, añadió Bersamin.
China celebra la retirada
Los guardacostas chinos tomaron nota de la retirada del buque el domingo y afirmaron que Beijing “tiene una soberanía indiscutible sobre... Xianbin Jiao y sus aguas adyacentes”, nombre chino de Sabina Shoal.
Las acciones de Manila habían “infringido gravemente la soberanía territorial de China... socavando gravemente la paz y la estabilidad regionales”, declaró el portavoz Liu Dejun en un comunicado.
“Advertimos severamente a Filipinas que deje de incitar a la propaganda y de arriesgarse a cometer infracciones, y que se reúna con China a mitad de camino para salvaguardar la seriedad y la validez de la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar de China Meridional”, dijo Liu.
Beijing “seguirá llevando a cabo actividades de protección de los derechos y de aplicación de la ley en las aguas bajo jurisdicción china”, afirmó Liu.
El portavoz del Consejo Marítimo Nacional de Filipinas, Alexander López, afirmó que el país “seguirá vigilando y haciendo cumplir nuestros derechos, ejerciendo nuestros derechos soberanos, soberanía y jurisdicción sobre la zona”.
A principios de esta semana, funcionarios de Filipinas y China mantuvieron conversaciones de alto nivel sobre sus asuntos marítimos, en las que Beijing reiteró su exigencia de retirar el buque filipino.
La última situación tiene ecos de 2012, cuando Beijing se hizo con el control de Scarborough Shoal, otro enclave estratégico situado a unos 240 kilómetros al oeste de la isla principal filipina de Luzón.
Entonces, Manila retiró sus barcos tras un tenso enfrentamiento marítimo de dos meses.
Las relaciones entre China y Filipinas han sufrido un aumento de las tensiones durante los últimos meses.
Manila ha acusado a Beijing de obstaculizar sus misiones de abastecimiento de tropas dentro de lo que considera como su zona económica exclusiva, mientras que China insiste en que los buques filipinos transitan estas aguas de forma ilegal.
China reclama la mayor parte de las aguas de la zona por considerar que son parte de su territorio al figurar dentro de la llamada “línea de los nueve puntos” que aparece en los mapas del gigante asiático --una línea trazada por el Gobierno chino que reclama como suyo el mar de China Meridional, incluidas las islas Paracelso y Spratly--.
China lleva años enfrentada a muchos otros países de Asia-Pacífico por sus amplias reivindicaciones marítimas, que incluyen casi todo el Mar de China Meridional, una vía marítima estratégica y rica en recursos.
Beijing está expandiendo rápidamente su ejército y se ha vuelto cada vez más firme en sus reivindicaciones territoriales, lo que ha dado lugar a enfrentamientos más frecuentes, principalmente con Filipinas, aunque también mantiene disputas territoriales desde hace tiempo con Vietnam, Taiwán, Malasia y Brunei.
Un laudo arbitral de 2016 de un tribunal de Naciones Unidas invalidó las reclamaciones de Beijing en el mar de China Meridional, pero China no participó en el proceso y rechazó la sentencia.
(Con información de AFP, Europa Press y EFE)