Keir Starmer se reunirá este viernes en Washington con el presidente Joe Biden para abordar asuntos globales críticos como las crisis de Ucrania y Gaza. Este encuentro marca la primera vez que ambos líderes dialogan en la Casa Blanca desde que Biden anunció que no se presentará a la reelección.
El viaje de Starmer coincide con un momento crucial para las relaciones Reino Unido-Estados Unidos, ya que se celebra poco antes de las elecciones presidenciales estadounidenses y después de la visita a Kiev de los titulares británico y estadounidense de Asuntos Exteriores, David Lammy y Antony Blinken, respectivamente.
Durante esa visita, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky solicitó el uso de misiles de largo alcance para atacar objetivos rusos, suministrados por aliados occidentales, ya que aumentaría significativamente la capacidad de defensa del país invadido al quedar expuestos cientos de objetivos militares rusos, entre ellos más de una decena de aeródromos.
“Existe la sensación de que la decisión se tomará en un futuro próximo, quizá dentro de varias semanas”, declaró a EFE Oleksandr Merezhko, jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento ucraniano y diputado del partido de Volodimir Zelensky. El Reino Unido se ha mostrado más abierto a permitir que Ucrania ataque a Rusia con sus misiles Storm Shadow, apuntó Merezhko.
Nadie en Ucrania espera que la autorización del uso de ATACMS y otros misiles dentro de Rusia vaya a facilitar una victoria por sí solo, pero aún así sería muy importante, según Merezhko.
La prohibición carece de toda lógica y es tan absurda como lo sería prohibir al Reino Unido atacar a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, argumentó el ucraniano.
“Esto es la guerra. Si te disparan, tienes que responder”, dijo.
La reciente imposición de sanciones a Irán por parte de Londres y Washington, debido a su suministro de misiles balísticos a Rusia, incrementa aún más la complejidad de los temas a tratar entre Starmer y Biden. El envío armamentístico iraní puede haber empujado finalmente a Estados Unidos, país clave en la coalición, a cambiar también su postura, a juzgar por las recientes insinuaciones que siguieron a esta escalada por parte de Rusia.
Además de estos temas de seguridad internacional, se espera que ambos líderes conversen sobre la situación en Oriente Medio, específicamente el conflicto en Gaza, la liberación de rehenes y la posibilidad de un alto el fuego.
Aunque las posturas de Londres y Washington han estado alineadas desde el atentado de Hamas en Israel en octubre de 2023, el gobierno británico ha tomado recientemente una posición distinta al imponer un embargo parcial a sus envíos de armas a Israel. Este matiz en las políticas exteriores se agrega a la lista de temas delicados para la agenda bilateral.
Otro punto en la negociación es el fortalecimiento de la cooperación para asegurar las cadenas de suministro y la resiliencia climática, así como avanzar hacia un Indo-Pacífico libre y abierto. Estas discusiones reflejan la necesidad de ajustar estrategias ante las nuevas dinámicas globales y las relaciones económicas interdependientes.
Esta es la segunda ocasión en que Starmer se encuentra con Biden desde que asumió el poder tras ganar las elecciones en el Reino Unido el 4 de julio, evento que puso fin a 14 años consecutivos de gobiernos conservadores. La primera reunión se llevó a cabo en una cumbre de la OTAN, pocos días después de su victoria electoral.
Se destaca que, aunque este encuentro es significativo para la cooperación entre ambos países, no se han anunciado reuniones con la candidata demócrata Kamala Harris.
Con todos estos elementos en juego, la visita de Starmer a Estados Unidos subraya la importancia de la relación transatlántica y la necesidad de una alineación estratégica en temas de política internacional y seguridad global en un contexto de múltiples crisis simultáneas.
(Con información de EFE)