El Banco Central de Rusia (BCR) subió este viernes el tipo de interés hasta el 19%, medida que argumentó con la elevada presión inflacionaria que experimenta la economía del país.
“La actual presión inflacionaria sigue siendo elevada”, señaló el BCR al anunciar el aumento en 100 puntos básicos del tipo de interés, que en julio pasado subió de 16 al 18%.
El regulador indicó que la inflación anual “probablemente” superará la horquilla del 6,5-7,0 %, contenida en las previsiones anunciadas en junio pasado, que ya excede con creces el objetivo que se ha fijado el Gobierno ruso, que es el 4%.
“Es necesario un mayor endurecimiento de la política monetaria para reiniciar la desinflación, reducir las expectativas inflacionarias y garantizar que la inflación vuelva al objetivo en 2025″, recalcó el BCR, que admitió que podría aumentar el tipo de interés en la reunión que mantendrá el próximo 25 de octubre.
A mediano plazo, la balanza de riesgos se inclina, según el regulador, “significativamente hacia los proinflacionarios”, sobre todo a los asociados al aumento del deterioro de la condiciones del comercio exterior.
El BCR señaló que los datos del PIB del segundo trimestre y los indicadores operativos de julio-agosto indican que la economía rusa experimenta cierta desacelaración.
“La actividad del consumidor, a pesar de alguna disminución, sigue siendo elevada. Se sustenta principalmente en el aumento de los ingresos de la población”, añadió.
La economía de Rusia creció un 4,4% en el segundo trimestre, con un desempleo bajo en el 2,4%. Las fábricas están funcionando en gran medida a toda velocidad, en muchos casos para producir artículos que los militares pueden usar, como vehículos y ropa.
En otros casos, los productores nacionales están llenando los vacíos que dejan las importaciones del exterior que se han visto interrumpidas por las sanciones o por las decisiones de las empresas extranjeras de dejar de hacer negocios en Rusia.
Los ingresos del gobierno se sustentan en el crecimiento económico y en las exportaciones continuas de petróleo y gas con sanciones poco herméticas y un tope de precio de 60 dólares impuesto por los gobiernos occidentales al petróleo ruso.
El tope se aplica prohibiendo a las aseguradoras y transportistas occidentales manipular petróleo con un precio superior al tope. Pero Rusia ha logrado evadir el límite de precios al disponer de su propia flota de petroleros sin seguro occidental y obtuvo unos 17.000 millones de dólares en ingresos petroleros en julio.
(Con información de EFE y AP)