A dos años de la muerte de Mahsa Amini, la joven iraní detenida y golpeada por no usar adecuadamente el velo islámico, las autoridades de Irán reforzaron sus acciones para limitar los derechos fundamentales de mujeres y niñas, y persiguen cualquier activismo en su defensa, según informó este jueves la Misión de la ONU de Investigación de los Hechos en Irán.
Amini, de 22 años, fue arrestada por la policía religiosa en Teherán el 13 de septiembre de 2022 y murió bajo custodia solo tres días después. Su muerte provocó una intensa ola de protestas que se propagó por todo Irán y generó manifestaciones de solidaridad a nivel internacional.
Los tres miembros de la Misión de la ONU informaron en un reporte actualizado sobre la situación en Irán que las fuerzas de seguridad intensificaron sus ya habituales patrones de violencia física contra las mujeres, que incluyen golpes, patadas y bofetadas a quienes consideran que no cumplen con las normas sobre el velo o hiyab.
“Al mismo tiempo, han aumentado la supervisión del cumplimiento de estas normas, tanto en contextos públicos como privados, incluso dentro de vehículos, al utilizar cada vez más tecnologías de vigilancia tales como drones”, advirtieron.
La misión, integrada por Sara Hossain (Bangladés), Shaheen Sardar Ali (Pakistán) y Viviana Krsticevic (Argentina), advirtió sobre la inminente aprobación de la Ley sobre Castidad y Uso de Hiyab, que impondría penas más severas, incluyendo mayores condenas de prisión, multas, restricciones laborales y educativas, e incluso prohibiciones de viajar para aquellas mujeres que no usen el velo.
El informe de la misión también advirtió sobre la creciente ola de sentencias de muerte dictadas contra mujeres activistas, incluidas algunas pertenecientes a minorías étnicas y religiosas en Irán.
Las tres expertas señalaron que “en los últimos dos años, determinadas leyes penales, en particular las relacionadas con la seguridad nacional, han sido usadas como instrumentos para aterrorizar a los iraníes que protestan o intentan expresarse libremente”.
La misión renovó su llamado al Gobierno de Irán para que detenga de manera inmediata las ejecuciones de manifestantes, establezca una moratoria sobre la pena de muerte, libere sin condiciones a los detenidos durante las protestas y ponga fin a sus leyes represivas contra las mujeres.
También pidieron a los Estados miembros de la ONU que intensifiquen la presión para que las autoridades iraníes respondan por sus violaciones de derechos humanos durante los dos años de protestas, algunas de las cuales podrían calificarse como crímenes de lesa humanidad.
“Ahora que celebramos el segundo aniversario de las protestas de septiembre de 2022, pedimos a esos países que investiguen, juzguen y castiguen los crímenes cometidos contra mujeres y niñas en el contexto del movimiento ‘Mujer, Vida, Libertad’ en sus tribunales nacionales, bajo el principio de justicia universal”, exigieron las expertas.
(Con información de EFE)