Pen-chan, una pingüina hembra criada en cautiverio, fue hallada sana y salva tras permanecer dos semanas en el mar abierto. La fugaz desaparición de la pingüina africana ocurrió luego de escapar el 25 de agosto durante un evento en la región de Aichi, en el centro de Japón, informó The Guardian.
Pese a que Pen-chan no estaba acostumbrada a nadar en mar abierto ni a abastecerse de comida por sí misma, logró sobrevivir nadando unos 45 kilómetros antes de ser avistada. Su cuidador Ryosuke Imai calificó el hecho como un “milagro”. “Pensé que parecería agotada, pero estaba nadando como siempre”, dijo Imai tras la recaptura del animal. “Fue más allá de mi sorpresa... Es un milagro”.
Tras su desaparición, Imai y su equipo comenzaron una búsqueda inmediata, pero las labores fueron complicadas por un potente tifón que trajo lluvias récord a Japón. Dada su falta de preparación para la vida en la naturaleza, se pensaba que Pen-chan no sobreviviría más de una semana, añadió la agencia AFP.
Fue el 8 de septiembre cuando Imai recibió la noticia de que la pingüina había sido vista flotando alegremente en el agua cerca de una playa, situada a 45 kilómetros de donde se escapó. Imai concluyó que, durante su periplo, Pen-chan debió alimentarse de peces y cangrejos que capturaba ella misma.
Pen-chan, quien tiene seis años, al parecer se detuvo en varios lugares para descansar, según Imai. “Perdió algo de peso, pero está en muy buenas condiciones”, aseguró su cuidador tras recapturarla.
El pingüino africano es una especie única que habita la costa suroeste de África, principalmente en Sudáfrica y Namibia. A diferencia de sus parientes antárticos, el pingüino africano se encuentra en climas mucho más cálidos y se ha adaptado a las aguas frías del océano Atlántico gracias a la corriente de Benguela.
Este pingüino es fácilmente reconocible por su plumaje blanco y negro, que le proporciona un camuflaje eficaz tanto en el agua como en tierra. En sus colonias costeras, el pingüino africano construye nidos en cavidades rocosas o en madrigueras, donde cría a sus polluelos en un entorno relativamente protegido.
Sin embargo, esta especie enfrenta serias amenazas debido a la pérdida de hábitat, la pesca industrial y el cambio climático, lo que ha llevado a su clasificación como vulnerable en la lista de especies amenazadas. Los esfuerzos de conservación son cruciales para asegurar la supervivencia de este emblemático pájaro marino.