El pasado 6 de septiembre se inauguró en Antrim Castle Gardens, en Irlanda del Norte, una nueva estatua de la Reina Isabel II. Sin embargo, la figura de bronce ha generado una ola de críticas en línea por su representación de la difunta monarca, según informó ABC News.
La estatua, que incluye a dos corgis, simbolizando a las queridas mascotas de la reina, fue colocada junto a una previamente existente del Príncipe Felipe, esposo de la reina durante más de 70 años y fallecido en 2021.
Desde su develación, han surgido comentarios desfavorables en redes sociales. Usuarios en plataformas como Facebook han señalado que la escultura no refleja adecuadamente la figura de Isabel II. Entre las objeciones más comunes destacan las críticas a la vestimenta de la monarca: un atuendo compuesto por una falda, botas y un pañuelo en la cabeza.
El artista local Anto Brennan fue el encargado de crear la obra, tras ser comisionado por el Antrim and Newtownabbey Borough Council. La descripción oficial de la estatua en el sitio web del consejo asegura que la obra “captura a Su Majestad en una pose digna, reflejando su gracia, firmeza y dedicación al servicio público.”
A pesar de las críticas en redes, el portavoz del Antrim and Newtownabbey Borough Council informó a ABC News que el público que ha visitado la estatua en persona ha apreciado la obra. “El Consejo está encantado con la respuesta generalmente positiva a la nueva estatua de la Reina Isabel II en los jardines del Castillo de Antrim,” declaró.
Asimismo, enfatizó que el arte puede generar opiniones diversas, pero destacó que la escultura ha recibido una acogida calurosa por parte de la mayoría de los visitantes.
No es la primera vez que representaciones artísticas de miembros de la familia real británica han levantado polémica. Este mismo año, retratos del Rey Carlos III y de Kate, la Princesa de Gales, también fueron objeto de críticas tras su presentación pública. En estos casos, las objeciones se centraron en la supuesta falta de semejanza de los retratos con sus sujetos.
En cuanto a la estatua de la Reina Isabel II, el Antrim and Newtownabbey Borough Council ha defendido su decisión y disposición, destacando la importancia y el simbolismo de las ubicaciones elegidas, particularmente la proximidad entre las estatuas de Isabel y Felipe, lo cual subraya la presencia unida de ambos a lo largo de sus notables vidas.
“La escultura es un tributo duradero al extraordinario legado de Su Majestad y el Ayuntamiento se enorgullece de que forme parte del paisaje cultural de la comunidad. Los sentimientos positivos compartidos por la mayoría de los residentes y visitantes reflejan el éxito de la escultura a la hora de honrar la memoria de la Reina Isabel II y su perdurable impacto en la nación,” concluyó el comunicado.