El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, afirmó que las tropas desplegadas en la frontera con Líbano están listas “para cualquier misión”. Esta declaración se dio tras el ataque del grupo chií Hezbollah en Shlomi, que dejó dos soldados heridos, y otro en Nahariya, que provocó daños, según reportes del lunes.
“El ataque de Hezbollah esta mañana contra un edificio residencial en Nahariya es un incidente grave, al igual que los disparos dirigidos contra los ciudadanos del norte”, señaló el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, durante una evaluación de la situación. También añadió que el Ejército israelí está respondiendo con fuerza en el norte, manteniéndose en estado de máxima alerta, con planes operativos listos y preparado para cualquier misión que sea necesaria.
Ayer llegó a Israel el jefe del Comando Central estadounidense (CENTCOM), el general Michael Kurilla, para abordar la creciente tensión con el grupo chií Hezbollah, con el que Israel ha mantenido un intenso intercambio de fuego a lo largo de la frontera con Líbano desde octubre.
Durante su visita, Kurilla se reunió con el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
A finales de agosto, la situación pareció estabilizarse después de una represalia masiva por parte del grupo libanés Hezbollah, que en su mayor parte fue frustrada por las fuerzas israelíes. Sin embargo, Hezbollah sostiene que su ataque fue un éxito y se desarrolló según lo planeado. Desde entonces, los ataques continúan en ambos lados de la frontera.
Este lunes, Hezbollah lanzó un dron explosivo contra la ciudad mediterránea de Nahariya, causando daños en un edificio de apartamentos, y disparó unos 20 cohetes hacia el norte de Israel.
Por la noche, el Ejército israelí informó en un comunicado: “Tres objetivos aéreos caídos en una zona adyacente a Shlomi tuvieron como resultado que dos soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel resultaran levemente heridos”.
Israel, a su vez, respondió atacando varias estructuras militares de Hezbollah y un puesto de observación utilizado por el grupo chií en Kfarkela y otro en Kfarchouba, además de atacar a un miliciano en Tallouseh, en el sur de Líbano.
La frontera entre Israel y Líbano atraviesa su mayor pico de tensión desde 2006, con un intenso intercambio de fuego desde octubre, que ha dejado al menos 650 muertos, en su mayoría en el lado libanés. Hezbollah confirmó unas 395 bajas, algunas ocurridas en Siria.
En total, más de 600 personas han fallecido en Líbano, incluidos al menos 127 civiles, entre ellos 19 menores, tres periodistas y varios socorristas, además de unos 77 miembros de otras milicias y dos soldados libaneses.
En Israel han muerto 50 personas en el norte: 24 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores y adolescentes en un ataque en los Altos del Golán sirios ocupados.
Las hostilidades en la frontera comenzaron el 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra en la Franja de Gaza, en solidaridad con las milicias islamistas palestinas por parte de Hezbollah. Desde entonces, el intercambio de fuego se ha intensificado, generando temores de una posible guerra regional.
(Con información de EFE)