Bill Burns, director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA); y Richard Moore, jefe del Servicio Secreto de Inteligencia del Reino Unido (MI6), publicaron un texto conjunto para el Financial Times, en el que destacaron que están trabajando “incesantemente” y en coordinación en distintos temas de interés mutuo.
En el escrito, manifestaron su apoyo a Ucrania y advirtieron de “la imprudente campaña de sabotaje que lleva a cabo la inteligencia rusa en toda Europa y su uso cínico de la tecnología para difundir mentiras y desinformación“.
“La CIA y el SIS se mantienen unidos para resistir la agresión de Rusia y Putin en Ucrania. Lo vimos venir y pudimos advertir a la comunidad internacional para que todos pudiéramos unirnos en defensa de Ucrania. Desclasificamos cuidadosamente algunos de nuestros secretos como una parte nueva y eficaz de este esfuerzo”, remarcaron.
Y siguieron: “Mantener el rumbo es más vital que nunca. Putin no logrará acabar con la soberanía y la independencia de Ucrania. Las acciones de Rusia constituyen una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y de las normas mundiales. Seguiremos ayudando a nuestros valientes y decididos socios de inteligencia ucranianos. Estamos orgullosos de hacerlo y admiramos la resiliencia, la innovación y el ímpetu de Ucrania”.
Luego destacaron que este conflicto demostró que ”la tecnología, desplegada junto con una valentía extraordinaria y armas tradicionales, puede alterar el curso de la guerra”; al tiempo que hicieron referencia a que “Ucrania ha sido la primera guerra de este tipo en combinar software de código abierto con tecnología de vanguardia en el campo de batalla, aprovechando imágenes satelitales comerciales y militares, tecnología de drones, ciberguerra de alta y baja sofisticación, redes sociales, inteligencia de código abierto, vehículos aéreos y marítimos no tripulados y operaciones de información, así como inteligencia humana y de señales, a un ritmo y una escala increíbles. Pero, sobre todo, ha subrayado la necesidad imperiosa de adaptarse, experimentar e innovar”.
En otro orden, destacaron que trabajan juntos por un acuerdo de alto el fuego y de intercambio de rehenes en la Franja de Gaza.
“Nuestros servicios trabajan incesantemente para lograr un acuerdo de alto el fuego y de rehenes en Gaza, que podría poner fin al sufrimiento y a la lamentable pérdida de vidas de civiles palestinos y llevar de vuelta a casa a los rehenes tras once meses de encierro infernal obra de Hamas”, han indicado.
Burns, en particular, desempeñó una “función implicada” en las negociaciones en Egipto en agosto para juntar a las partes para conseguir un acuerdo, subrayaron.
En el escrito, también mencionaron a China y aseguraron que el gigante asiático “es el principal desafío geopolítico y de inteligencia del siglo XXI”.
“Hemos reorganizado nuestros servicios para reflejar esa prioridad. Mientras tanto, la lucha contra el terrorismo sigue siendo un aspecto central de nuestra colaboración y trabajamos en estrecha colaboración con otros socios para proteger nuestros territorios y frustrar la amenaza resurgente del Estado Islámico (ISIS)”, describieron.
Por último, remarcaron que el orden mundial internacional está amenazado de una manera que no se ha visto desde la Guerra Fría.
“No hay duda de que el orden mundial internacional -el sistema equilibrado que ha conducido a una paz y estabilidad relativas y ha proporcionado niveles de vida, oportunidades y prosperidad crecientes- está amenazado como no lo habíamos visto desde la guerra fría. Combatir con éxito ese riesgo es la base misma de nuestra relación especial. Confianza, apertura, desafío constructivo, amistad. Estas características pueden seguir presentes en el próximo siglo, como también nuestra determinación compartida de seguir siendo los campeones de la paz y la seguridad mundiales”, concluyeron.