La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha señalado directamente a China de estar detrás de las operaciones militares de Rusia en Ucrania y afirma que sin su ayuda “no hubiera podido continuar esta guerra”.
“No creo que Rusia hubiera podido continuar esta guerra a gran escala y al mismo tiempo operar como lo hace en otras regiones del mundo sin la ayuda de China”, ha dicho la primera ministra danesa en una entrevista para Financial Times, en la que también ha reclamado a Europa despojarse de la dependencia tecnológica china.
“Éramos demasiado dependientes del gas y del petróleo rusos y ahora estamos repitiendo lo mismo con China, en relación a muchas tecnologías, lo cual es un gran error”, ha valorado.
Frederiksen ha señalado la necesidad de que la Unión Europea actúe de manera más decidida contra los subterfugios que utiliza Rusia para sortear las sanciones económicas y poder así continuar con su guerra a gran escala en Ucrania, como es la conocida como ‘flota en la sombra’, embarcaciones que operan al servicio de Moscú.
En ese sentido, el presidente ruso, Vladímir Putin, viajó hoy a Mongolia en su primera visita a un país que ha ratificado el Estatuto de Roma, el tratado fundador de la Corte Penal Internacional (CPI), que ordenó su arresto por crímenes de guerra en Ucrania.
Putin nunca había corrido tales riesgos desde que La Haya emitiera la orden en marzo de 2023, pero la necesidad de rutas alternativas para el gas ruso con destino a China es una cuestión de vida o muerte para Rusia y su economía de guerra.
En los últimos 18 meses Putin renunció a viajar a ciertos países por ese mismo motivo, siendo el caso más flagrante la cumbre del grupo BRICS que se celebró en agosto del pasado año en Sudáfrica, en la que fue el gran ausente.
La CPI no se anduvo por las ramas y el viernes pidió oficialmente a Mongolia, que firmó el tratado en el año 2000 y lo ratificó en 2002, que coopere con ese tribunal y detenga al presidente ruso.
“Los Estados Partes del Estatuto de Roma de la CPI tienen la obligación de cooperar de conformidad con el Capítulo IX del Estatuto de Roma, mientras que los Estados no Partes pueden decidir cooperar de manera voluntaria”, subraya.
El tribunal alertó de que “en caso de falta de cooperación, los jueces de la CPI pueden informar de ello a la asamblea de los Estados Partes, que a continuación adoptaría “las medidas que considere apropiadas”.
Ucrania también se sumó a la campaña y expresó su esperanza de que “Mongolia entienda que Putin es un criminal de guerra”.
“El secuestro de niños ucranianos es sólo uno de los muchos crímenes por los que Putin y el resto de dirigentes políticos y militares de Rusia deben afrontar justicia”, informó el Ministerio de Exteriores ucraniano.
En cambio, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que “todos los aspectos de la visita han sido preparados minuciosamente”.
“No, no estamos preocupados (...) Tenemos un magnífico diálogo con nuestros amigos de Mongolia”, zanjó en rueda de prensa Peskov, al ser preguntado si existían temores respecto a la posible detención del mandatario ruso en el país incrustado entre Rusia y China.
El asesor internacional del Kremlin, Yuri Ushakov, confirmó el lunes la visita y la reunión de Putin el martes con su homólogo mongol, Ukhnaa Khurelsukh.
En una entrevista al diario Onoodor en vísperas de la visita, Putin subrayó que Rusia y Mongolia cooperan exitosamente en muchos ámbitos, incluido en materia de Defensa y Seguridad.
Mongolia fue satélite comunista del Kremlin desde su independencia en 1921 hasta la desintegración soviética en 1991, pero desde entonces ha reforzado los lazos con Estados Unidos y la vecina China, ambos interesados en sus abundantes recursos minerales.
(Con información de EP y EFE)