Ucrania alertó que los ataques de Rusia a su infraestructura energética amenazan gravemente la seguridad nuclear del país.
El ataque del lunes podría haber desencadenado en un accidente nuclear de gran magnitud, y expertos ucranianos en energía sostienen que este parece ser el objetivo deliberado de Rusia en su agresión contra Ucrania, en el contexto de la ofensiva en Kursk.
Tras el masivo ataque ruso con misiles y drones, cuatro reactores nucleares fueron desconectados de la red eléctrica, según informó Ucrania al organismo de vigilancia nuclear de la ONU (OIEA).
El comunicado de Ucrania al OIEA destacó que Rusia está intentando interrumpir el funcionamiento de las centrales nucleares en Ucrania que actualmente producen aproximadamente el 60% de la electricidad del país.
“Están provocando intencionadamente una situación de emergencia con el fin de causar un accidente nuclear y una contaminación radiactiva en la región”, afirmó Olga Kosharna, del Centro Anticrisis de Expertos Nucleares de Ucrania.
Rusia no ataca directamente la red eléctrica de las centrales, cumpliendo así con la Convención de Ginebra que prohíbe tales ataques. No obstante, su estrategia sigue siendo altamente peligrosa.
Según Kosharna, una válvula especial es el único recurso que previene una posible fusión catastrófica del combustible nuclear, evitando así explosiones y fugas radiactivas. El lunes, al igual que en los ataques previos de diciembre de 2022 y febrero de 2023 que crearon amenazas similares, las válvulas funcionaron correctamente. Sin embargo, Kosharna advierte que, si los ataques continúan, existe el riesgo de que las válvulas puedan fallar eventualmente.
Según Volodimir Omelchenko, experto en energía del Centro Razumkov de Kiev, el escenario futuro podría asemejarse a los incidentes de Three Mile Island en 1979 y el desastre de Chernóbil en 1986. Omelchenko calificó el reciente ataque ruso como un “ataque híbrido contra las centrales nucleares”, cuyo papel en la producción de electricidad se ha vuelto aún más crítico después de que Rusia destruyera la mayoría de las centrales térmicas e hidroeléctricas de Ucrania.
“No sólo quieren desactivar las estaciones, sino que quieren crear allí, y ya han creado, emergencias de muy alto nivel”, explicó.
El experto considera que la respuesta del OIEA, el organismo de control nuclear de la ONU, ha sido insatisfactoria. Rafael Grossi, su director, no ha abordado de manera clara la amenaza a la seguridad nuclear que representan los ataques rusos. Además, su reciente visita a la central nuclear de Kursk ha sido utilizada por Rusia para desviar la atención de la comunidad internacional de sus acciones en Ucrania, según Omelchenko.
Kosharna sugiere que Grossi podría estar actuando con cautela para preservar el acceso a la central nuclear de Zaporizhzhia, actualmente ocupada por Rusia, donde los delegados del OIEA están recopilando pruebas de las malas prácticas rusas.
Ambos expertos coinciden en que Occidente podría intensificar sus esfuerzos para sancionar a Rosatom, el gigante ruso de la industria nuclear, que continúa suministrando combustible a diversos países y mantiene numerosos contratos de construcción de centrales nucleares a nivel global.
(Con información de EFE)