El jefe del ejército de Ucrania dijo el martes que sus fuerzas ahora controlan casi 1.300 kilómetros cuadrados (500 millas cuadradas) de la región rusa de Kursk desde su sorpresiva incursión hace tres semanas.
El general Oleksandr Syrskyi dijo que Ucrania ha capturado a 594 prisioneros rusos en su operativo.
“El enemigo arrastra tropas desde otros puntos, de tal manera que las debilita. Trata de crear un anillo de defensa alrededor de nuestra ofensiva y tratan de planificar acciones de contraataque”, dijo Syrskyi al comentar sobre la situación en Kursk. El territorio capturado tiene aproximadamente el tamaño de Los Ángeles.
Su afirmación no pudo ser confirmada de manera independiente.
Los combates en la región han suscitado preocupación sobre los peligros que corre la planta nuclear de Kursk, dijo el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, quien visitó la planta el martes.
“Aquí existe el peligro de un accidente nuclear”, dijo Grossi, citado por las agencias de noticias rusas. “Hoy me han informado de varios casos de ataques con drones en el territorio, en las instalaciones de la planta. En la planta he visto rastros de estos ataques”.
Pero la planta ahora está operando “en un modo muy cercano a lo normal”, dijo.
La reivindicación de control territorial por parte de Syrskyi se produjo horas después de que Ucrania sufriera un segundo bombardeo consecutivo de ataques aéreos y de misiles nocturnos por parte de Rusia.
Se reportó la muerte de cinco personas y 16 heridos en los ataques en los que, según el presidente Volodymyr Zelenskyy, participaron 81 drones, así como misiles de crucero y balísticos. Afirmó que cuatro personas murieron, pero el gobernador de la región de Zaporiyia indicó más tarde que una quinta persona murió debido a las quemaduras sufridas en los ataques.
“Sin duda, responderemos a Rusia por este y todos los otros ataques. Los crímenes contra la humanidad no pueden quedar impunes”, escribió Zelenskyy en X.
La operación en Kursk, la mayor incursión en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial, obligó a unos 130.000 residentes a evacuar sus viviendas. Rusia ha enviado refuerzos a la región, pero no está claro en qué medida esas acciones podrían debilitar la posición de Rusia en el este de Ucrania, donde había logrado lentos avances en sus esfuerzos por conquistar territorio en la región de Járkiv.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que Ucrania ha sufrido fuertes pérdidas humanas en Kursk, donde cerca de 6.000 soldados han muerto o han resultado heridos, y que más de 70 tanques han sido destruidos, junto con decenas de vehículos blindados. Estas cifras no han podido ser confirmadas de forma independiente.
En la región de Kiev, donde se han producido apagones después de los ataques del lunes contra instalaciones eléctricas de todo el país, se emitieron cinco alertas durante la noche. El gobierno regional dijo que las defensas aéreas destruyeron todos los drones y misiles, pero que los restos que cayeron provocaron incendios forestales.
Mientras tanto, Ucrania pasa problemas en su propio territorio, especialmente en Pokrovsk, una de las ciudades más comprometidas por la ofensiva rusa que está a punto de ingresar en la localidad tras avanzar lentamente en las poblaciones cercanas. La ciudad ha tenido que ser evacuada ante la cercanía de los combates y los bombardeos cada vez intensos de las tropas de Putin.
Tras los intensos ataques del lunes en toda Ucrania, con más de 100 misiles y un número similar de drones, el primer ministro Denys Shimhal dijo que “la infraestructura energética ha sido blanco, una vez más, de terroristas rusos”, e instó a los aliados de Ucrania a proporcionarle armas de largo alcance y su autorización para usarlas contra objetivos en territorio ruso.
Los aliados “tratan de no hablar conmigo sobre el tema, pero yo sigo sacando el tema. En general, no hay nada más que decir. Los Juegos Olímpicos han terminado, pero el ping-pong continúa”, dijo Zelenski.
El presidente Joe Biden calificó de “indignante” el ataque ruso del lunes a la infraestructura energética y dijo que había “reordenado las prioridades de las exportaciones de defensa aérea de Estados Unidos para que se envíen primero a Ucrania”. También dijo que Estados Unidos estaba “enviando equipos energéticos a Ucrania para reparar sus sistemas y fortalecer la resiliencia de la red energética de Ucrania”.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que en los ataques se utilizaron “armas aéreas y marítimas de precisión de largo alcance y drones de ataque contra instalaciones de infraestructura energética críticas que respaldan el funcionamiento del complejo militar-industrial de Ucrania. Todos los objetivos designados fueron alcanzados”.
Las autoridades rusas informaron que cuatro misiles ucranianos fueron derribados sobre la región de Kursk.
(con información de AP)