“La puerta está abierta”: Emmanuel Macron y la oposición no logran destrabar la negociación por el nuevo primer ministro

El presidente francés intenta dialogar “por los intereses” de Francia y formar un gobierno tras las recientes elecciones legislativas

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Emmanuel Macron, el presidente de Francia, entrando al Palacio del Elíseo (REUTERS)
Emmanuel Macron, el presidente de Francia, entrando al Palacio del Elíseo (REUTERS)

El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha comprometido a dialogar con aquellos dispuestos a colaborar “por los intereses” de Francia en el contexto de una nueva ronda de consultas para designar al primer ministro.

“El trabajo continúa, la puerta está abierta y doy la bienvenida a todos aquellos que estén dispuestos a venir y seguir trabajando por los intereses del país”, señaló desde el Elíseo durante un encuentro con el primer ministro irlandés, Simon Harris.

Emmanuel Macron, presidente de Francia junto a Simon Harris, primer ministro de Irlanda (REUTERS)
Emmanuel Macron, presidente de Francia junto a Simon Harris, primer ministro de Irlanda (REUTERS)

El martes, Macron se reunió con un grupo de diputados del partido independiente Liot y con el presidente del Movimiento Democrático, François Bayrou, según informó la cadena francesa BFM TV.

No obstante, el secretario del Partido Socialista, Olivier Fauré, rechazó reunirse con el presidente, exclamando que no quiere ser “cómplice de una parodia de la democracia”.

La secretaria de Los Ecologistas, Marine Tondelier, también expresó desinterés en las consultas, afirmando que no contribuirá al “circo” montado en el Elíseo. En declaraciones a France Info, Tondelier destacó: “Me gustaría que imagináramos que si un presidente de extrema derecha hiciera exactamente lo mismo durante seis semanas, todos los observadores gritarían por el escándalo”.

Marine Tondelier, secretaria de Los Ecologistas (REUTERS)
Marine Tondelier, secretaria de Los Ecologistas (REUTERS)

Macron no ha extendido la invitación a la ronda de consultas a los líderes de Agrupación Nacional ni de La Francia Insumisa (LFI), y tampoco al líder de Los Republicanos (LR), Eric Ciotti. Por ello, una posible alianza de derechas solo sería viable con el independiente Liot y otros partidos minoritarios.

La tensión entre los oponentes se intensificó el lunes por la noche cuando, tras un fin de semana de negociaciones entre líderes de partidos, Macron se negó a nombrar al candidato propuesto por la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) para el cargo de primer ministro, asegurando que está teniendo en cuenta “la opinión de los responsables políticos consultados” y “la estabilidad institucional”.

Aunque el NFP obtuvo la mayoría de los escaños en las recientes elecciones parlamentarias, no logró una mayoría absoluta.

El NFP, que está compuesto por los partidos Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), los Verdes (EELV) y el Partido Comunista (PCF), había propuesto a una funcionaria relativamente desconocida, Lucie Castets, de 37 años, para el cargo de primer ministro.

Pero la falta de mayoría de la alianza en la Asamblea Nacional y su fracaso para recibir el respaldo de los otros dos bloques, la alianza centrista Ensemble de Macron y el partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional, significan que no podrá funcionar adecuadamente como un gobierno efectivo, dijo Macron, según confirmaron fuentes de Al Jazeera.

Su decisión ha provocado la ira de la alianza de izquierda, con algunos legisladores pidiendo su destitución.

“No vamos a continuar con estas consultas falsas con un presidente que de todos modos no escucha... y está obsesionado con mantener el control. No está buscando una solución, está tratando de obstruirla”, afirmó Tondelier, según El Periódico.

Macron no ha establecido una fecha límite para estos nuevos contactos, aunque el Elíseo había insinuado que el inicio de los Juegos Paralímpicos de París, previsto para el miércoles, podría actuar como un ultimátum. Según la Constitución francesa, corresponde al jefe de Estado designar al primer ministro, pero en la práctica, cualquier candidato debe ser aprobado por la Asamblea Nacional antes de asumir el cargo.

Sin mayorías claras, en un país sin tradición de coaliciones y sin disposición a romper con esa norma, el futuro político de Francia se torna incierto.

(Con información de EUROPA PRESS)

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