En un hito significativo para la protección de los empleados en Australia, millones de ciudadanos ahora tienen oficialmente el derecho de ignorar a sus jefes fuera del horario laboral gracias a una nueva ley que consagra su “derecho a desconectarse”. Este cambio legislativo, que fue aprobado en febrero y entró en vigor el lunes para la mayoría de las personas, tiene como objetivo poner freno a la invasión del trabajo en la vida personal causada principalmente por el auge del empleo remoto pospandemia del COVID-19.
Según datos proporcionados por NPR, la ley protege a los empleados que se niegan a leer o responder a comunicaciones laborales fuera de su horario de trabajo, a menos que esa negativa sea considerada irrazonable.
El impacto de esta nueva ley se siente en todos los sectores en los que los empleados han reportado un deterioro del equilibrio entre vida laboral y personal. De acuerdo con NBC News, una encuesta realizada en 2022 por el Centre for Future Work del Instituto de Australia reveló que el 70 % de los australianos realizó trabajos fuera del horario de oficina, lo que resultó en cansancio físico, estrés y ansiedad.
La misma encuesta estimó que los australianos trabajaron un promedio de 281 horas de tiempo extra no remunerado en 2023, valorado en cerca de 7,500 dólares estadounidenses anuales.
John Hopkins, profesor asociado en la Universidad Tecnológica de Swinburne, afirmó a NBC News: “Antes de la tecnología digital, no había intrusión, las personas se iban a casa al final de su turno y no había contacto hasta que regresaban al día siguiente”.
Es importante señalar que, aunque la ley da un paso importante hacia la protección del tiempo libre de los trabajadores, no otorga un pase libre absoluto. NBC News resaltó que el rechazo a atender las comunicaciones fuera del horario laboral se considerará irrazonable bajo ciertas condiciones, considerando la antigüedad del empleado, sus circunstancias personales, la razón del contacto y el grado de interrupción que este cause.
También existe preocupación en el ámbito empresarial. El líder de la oposición australiana, Peter Dutton, se ha comprometido a derogar esta ley si su coalición gana las elecciones federales en 2025, calificándola como perjudicial para las relaciones entre empleadores y empleados y una amenaza para la productividad.
La Business Council of Australia coincidió, afirmando en un comunicado el lunes, que estas leyes aumentan los costos y la complejidad de hacer negocios, poniendo en riesgo la competitividad del país.
Michele O’Neil, presidenta del Consejo Australiano de Sindicatos, destacó en un comunicado: “Más dinero en tu bolsillo, más tiempo con tus seres queridos y más libertad para vivir tu vida: de eso se trata el derecho a desconectar”. O’Neil también indicó que la ley solucionará la crisis creciente de enfermedades mentales y lesiones en los lugares de trabajo modernos.
Murray Watt, ministro de Empleo y Relaciones Laborales de Australia, expresó a NPR: “Se trata realmente de intentar devolver un equilibrio entre la vida laboral y personal y asegurarse de que las personas no acumulen horas de trabajo no remuneradas por revisar correos electrónicos y responder cosas en un momento en que no les están pagando”. Sin embargo, añadió que en situaciones de emergencia, se esperaría que los empleados respondan.
NPR también menciona que la Comisión de Trabajo Justo (FWC) de Australia, encargada de supervisar esta ley, ha proporcionado un marco para resolver disputas. Los empleadores y empleados deben intentar resolver los desacuerdos de manera autónoma; sin embargo, la FWC puede intervenir con órdenes de cese u otras acciones.