A un año de la muerte de una mujer en Italia, la Policía halló un video que demuestra que no se suicidó y compromete a su marido

Nicoleta Rotaru fue encontrada sin vida en el baño de su casa de Padua, con un cinturón en el cuello, lo que sugirió que ella misma había terminado con su vida. Sin embargo, un año más tarde, una pieza clave hizo resurgir la investigación

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Rotaru fue encontrada sin vida en el baño de su casa, con un cinturón de cuero apretujado alrededor de su cuello y la hebilla cerrada en la nuca (AP)
Rotaru fue encontrada sin vida en el baño de su casa, con un cinturón de cuero apretujado alrededor de su cuello y la hebilla cerrada en la nuca (AP)

Nicoleta Rotaru, una mujer de 37 años, madre de dos hijas, fue encontrada sin vida en el baño de su casa en Abano Terme, Padua, el 2 de agosto de 2023, en un caso que -entonces- fue calificado como un suicidio. Sin embargo, una pieza clave hallada recientemente por los investigadores reabrió el caso y le dio un giro inesperado, apuntando ahora contra su ex pareja por posible feminicidio, informó Il Corriere del Veneto.

La madrugada de aquel miércoles, Erik Zorzi, de 42 años, llamó a los servicios de emergencia locales informando que su ex pareja -con quien aún convivía- llevaba más de dos horas encerrada en el baño y temía lo peor. “Rápido, rápido, rápido, mi esposa lleva dos horas encerrada en el baño y ya no responde. Me temo que esté muerta”, se escucha en el registro telefónico, en el que su voz transmite nerviosismo y agitación.

Pocos momentos más tarde, el personal médico llegó a la vivienda y, con gran facilidad, lograron derribar la puerta del baño para constatar que la mujer, que yacía en el suelo, en un rincón, tenía un cinturón de cuero apretujado alrededor de su cuello, con la hebilla cerrada en la nuca y ya no estaba con vida.

Tanto los enfermeros como el médico forense indicaron que no se registraron señales de violencia o de entrada forzada en el pequeño baño ciego, sin ventanas, y que las heridas en el cuello de la víctima eran compatibles con un probable suicidio. Fue así que el caso quedó cerrado y la noticia no trascendió.

Erik Zorzi llamó a emergencias aquella noche
Erik Zorzi llamó a emergencias aquella noche

Sin embargo, algunos detalles dejaron inquietos a la familia y amigos de Rotaru, que quedaron completamente sorprendidos por la noticia. Por un lado, señalaron que los médicos que respondieron al llamado de emergencia indicaron que fue demasiado fácil entrar al baño; tan solo una pequeña presión alcanzó para que la puerta cediera. Fue “como si alguien acabara de volver a colocar” la traba, dijo una de las enfermeras.

Asimismo, su entorno apuntó a los episodios de violencia previa en la pareja que, inclusive, habían llevado a que ambos ya no estuvieran en una relación amorosa.

La Policía de Padua conocía la vivienda a la que asistieron el 2 de agosto. En reiteradas ocasiones, los vecinos habían tenido que llamar por los gritos, los insultos y los golpes que se desencadenaban de sus frecuentes discusiones. Inclusive, él la habría amenazado de muerte si salía de la casa y se llevaba a sus hijas, dijeron desde su entorno a las autoridades.

Consecuencia de esta violencia, Nicoleta y Erik habían tramitado su divorcio, incluso ella ya estaba en pareja- y estaba próxima a mudarse con sus hijas. Sólo necesitaba unas pocas semanas más hasta que su empleador la contratara de forma permanente.

Estaba feliz. Recientemente había reservado vacaciones para ella y sus hijas (...) Su sueño estaba a punto de hacerse realidad. A finales de ese mes habría sido contratada de forma permanente… no tiene sentido que se haya suicidado”, dijo uno de los vecinos.

La Policía ya había sido notificada en ocasiones pasadas de violencia en la pareja (Europa Press)
La Policía ya había sido notificada en ocasiones pasadas de violencia en la pareja (Europa Press)

Pero un tercer factor llevó a que los investigadores reabrieran el caso y pusieran tras las rejas a Zorzi, acusado del delito de homicidio agravado. Aquella noche, al llegar a su casa, Nicoleta sintió que algo andaba mal, que su ex pareja estaba más violento que de costumbre.

Es por ello que encendió la grabadora de su celular y la dejó en su mesita de noche, como solía hacer en momentos en que sabía que podría desencadenarse un episodio de insultos, gritos y humillaciones. Lo que no sabía era que esa misma noche documentaría su propia muerte.

El video logró captar la pelea verbal, el ruido de las puertas y de la hebilla del cinturón, de algo arrastrándose por el piso y los sonidos de una lucha que, según el informe oficial, “suena compatible con una acción asesina”. Todo quedó registrado hasta que el móvil se quedó sin batería y fue recuperado cuando los expertos buscaban un mensaje de despedida que confirmara el suicidio.

Zorzi fue puesto tras las rejas y está a la espera de su audiencia ante el juez, el próximo 17 de septiembre.

(Con información de EFE)

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