El régimen de Irán intentó interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos utilizando la plataforma de mensajería WhatsApp, según reveló este viernes la empresa Meta.
La compañía atribuyó los ataques al grupo de hackers iraní conocido como APT42, vinculado a una división de inteligencia dentro del Ejército de Irán, responsable de instalar software de vigilancia en los teléfonos móviles de sus víctimas. Este software permite al equipo de hackers grabar llamadas, robar mensajes de texto y activar de manera silenciosa las cámaras y micrófonos de los dispositivos, de acuerdo con investigadores que siguen de cerca las actividades del grupo.
Los ciberataques, detectados durante la campaña electoral entre Kamala Harris y Donald Trump, se sumaron a una serie de actividades atribuidas a Irán, que también fueron identificadas por Google y Microsoft.
Meta informó que este grupo iraní intentó acceder a redes y datos de individuos en Estados Unidos, Israel, Palestina, Irán y el Reino Unido.
“Esta actividad maliciosa se originó en Irán y tenía como objetivo figuras políticas y diplomáticas, incluyendo algunas asociadas a las administraciones de Joe Biden y Donald Trump”, explicó la compañía en un comunicado.
La campaña de APT42 comenzó a principios de este año y se detuvo antes de que Biden abandonara la contienda presidencial el mes pasado. El grupo utilizó al menos diez cuentas de WhatsApp para dirigirse a varias decenas de personas, incluidos altos funcionarios estadounidenses.
Los mensajes, que pretendían ser de soporte técnico de empresas como AOL, Google, Yahoo y Microsoft, fueron reportados por varios usuarios como intentos de phishing, lo que llevó a Meta a bloquear las cuentas y a alertar a las autoridades y campañas presidenciales.
Aunque la empresa matriz de Facebook e Instagram aseguró no haber encontrado evidencia de que alguna cuenta fuera comprometida, la compañía reconoció que no podría saber con certeza si alguna víctima cayó en la trampa y proporcionó información valiosa a los hackers.
La dificultad de identificar estas campañas en WhatsApp radica en el cifrado de extremo a extremo que utiliza la plataforma, lo que impide que Meta vea el contenido de los mensajes a menos que un usuario los reenvíe a la compañía.
La campaña de Harris también informó que fue blanco de intentos de hackeo por parte de actores extranjeros, aunque no especificó el país responsable.
Además de su interferencia en las elecciones, el grupo de hackers vinculado a Irán ha ampliado sus objetivos más allá de la política. NBC News informó que el estado de Utah circuló el mes pasado una advertencia sobre un intento del mismo grupo por hackear datos relacionados con investigaciones de petróleo, gas y otros recursos geológicos.
Las tácticas utilizadas en estos ciberataques parecen ser parte de un patrón más amplio de operaciones de influencia y espionaje.
Clint Watts, gerente del Centro de Análisis de Amenazas de Microsoft, señaló que grupos vinculados al gobierno iraní prepararon campañas de influencia relacionadas con temas electorales y comenzaron a activarlas con la intención de manipular a los votantes, especialmente en estados clave para generar controversia y desestabilizar el proceso democrático.
La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, advirtió a principios de año que Irán se volvió “cada vez más agresivo” en sus esfuerzos por influir en la política estadounidense. Según Haines, estos esfuerzos buscan sembrar discordia y socavar las instituciones democráticas, un enfoque que Irán ha adoptado en ciclos electorales anteriores.
El ciberespionaje iraní y las operaciones de influencia representan una amenaza constante para la estabilidad democrática en Estados Unidos. A medida que se acercan las elecciones, la vigilancia sobre estas actividades se ha intensificado, con empresas tecnológicas y agencias gubernamentales trabajando para identificar y mitigar las amenazas.
(Con información de AFP y Reuters)