El hundimiento del supervelero Bayesian, construido por el astillero italiano Perini Navi, ha generado una controversia en torno a las causas del accidente y la responsabilidad de la tripulación. En ese sentido, Giovanni Costantino, fundador y consejero delegado de The Italian Sea Group, el holding que controla Perini Navi, realizó declaraciones contundentes sobre la tragedia: aseguró que el naufragio fue el resultado de “una larguísima lista de errores” por parte de la tripulación, calificando al Bayesian como “uno de los buques más seguros del mundo” y prácticamente “inhundible”.
“Todo lo que se hizo revela una larguísima lista de errores. No debería haber habido gente en los camarotes, el barco no debería haber estado fondeado”, declaró Costantino en una entrevista al Corriere della Sera.
El lujoso velero, de bandera británica, se hundió en la noche del lunes frente a las costas de la localidad de Porticello en medio de una fuerte borrasca, cuando en su interior había 22 personas, doce pasajeros y diez miembros de la tripulación.
El empresario cuestionó la falta de previsión de la tripulación ante las condiciones meteorológicas adversas: “¿Por qué la tripulación no sabía que se avecinaba una perturbación? Los pasajeros contaron algo absurdo, es decir, que la tormenta llegó inesperadamente, de la nada. Esto no es cierto. Todo era previsible”.
Según Costantino, el hundimiento se produjo debido a la entrada de agua en el barco. “No hay otra explicación”, dijo. “Ciertamente, el suceso [la tormenta] habría supuesto un riesgo cero si se hubieran realizado las maniobras correctas y no se hubieran producido situaciones que comprometieran la estabilidad del barco”.
“El barco estaba fondeado. En un momento dado el ancla pierde su agarre y se desplaza, arrastrado por el viento que la empuja, llevándosela de panza. La empuja durante 4 minutos, la gira y la coloca en la posición en la que se hundió. En esos cuatro minutos -y asumo la responsabilidad de lo que digo- en el barco ya entró agua”, explicó.
Prueba de ello, según Costantino, es el video de la cámara de seguridad que captó el hundimiento del velero. “Se puede ver el mástil en vertical primero todo encendido y luego apagado, excepto la bombilla de la parte superior que toma energía de una batería”, dijo. “Si la nave se apagó significa que fue el agua la que causó el cortocircuito”.
El CEO de The Italian Sea Group detalló una serie de errores que, en su opinión, contribuyeron al desastre: “Era inapropiado celebrar, como he leído, una fiesta. Esa noche no. Había que blindar el casco y la cubierta cerrando todas las puertas y escotillas, después de colocar a los invitados en el punto de reunión del barco según el procedimiento de emergencia”.
Costantino sugirió que la tripulación debería haber tomado medidas preventivas: “A continuación, arrancar los motores y levar anclas o soltarlas automáticamente, poner proa al viento y enviar la quilla hacia abajo. A la mañana siguiente zarparían de nuevo sin daños”.
Constantino citó como ejemplo el accionar del comandante del velero Sir Robert, que estaba al lado del Bayesian. “Lo gestionó todo sin problemas”, dijo. En efecto, Karsten Borner, el capitán del barco y que rescató a algunos de los supervivientes, dijo a Reuters que cuando se desató la tormenta había encendido el motor para mantener el control de la embarcación.
Las autoridades competentes aún no han emitido un informe oficial sobre las causas del hundimiento. La Fiscalía de Termini-Imerese ha abierto una investigación para esclarecer el desastre y ha interrogado durante más de dos horas en un hotel de la zona al capitán del velero, James Catfield, neozelandés de 51 años y uno de los supervivientes.
Al respecto, Costantino citó los informes de los buzos, que sugieren que la compuerta de popa estaba abierta, y es posible que otras aberturas también lo estuvieran. “La superestructura del barco tiene puertas que, con una inclinación de apenas 30 grados, podrían haber permitido la entrada de agua si no estaban aseguradas. Una vez que el barco quedó sin gobierno, o “muerto” en términos náuticos, y con el viento ejerciendo presión, alcanzó una inclinación de 90 grados por una razón fundamental: la continua entrada de agua”, dijo. “El proceso de hundimiento duró aproximadamente seis minutos desde el momento en que el agua comenzó a ingresar. Quien diga que desapareció en unos segundos dice tonterías”.
“La investigación oficial determinará el estado de las puertas durante el incidente”, agregó Costantino. “Sin embargo, un punto crucial es verificar si la puerta de babor estaba abierta. Esta puerta, utilizada para el amarre de la embarcación auxiliar y el embarque y desembarque de pasajeros, representa un riesgo significativo si se deja abierta. Es importante señalar que, aunque se encuentre cerrada en el fondo marino, esto no garantiza que estuviera así durante el naufragio. Si el Bayesian se hundió en posición vertical, como se sospecha, la presión del agua podría haber forzado el cierre de la puerta. Todos estos aspectos son susceptibles de verificación durante la investigación”.
El empresario italiano también subrayó la gravedad de la situación para los pasajeros: “Bastó un ángulo de 40 grados para que los que estaban en el camarote se encontraran con la puerta arriba de sus cabezas: ¿se imaginan a un hombre de 60-70 años saliendo por ella? Cayeron en una trampa, esos pobres acabaron como ratones”.
Durante la mañana de hoy, los buzos de los bomberos lograron extraer del agua el cadáver del quinto de los seis desaparecidos, del magnate británico Mike Lynch. Hannah, la hija de 18 años del empresario, sigue desaparecida.
El balance provisional de muertos asciende de este modo a seis, ya que el mismo lunes se encontró muerto al cocinero de la nave, Recaldo Thomas, canadiense nacido en la isla de Antigua, mientras que 15 personas pudieron ser rescataads.
Costantino también expresó su preocupación por el impacto en la reputación de Perini Navi: “Tuvimos un daño de imagen enorme y una caída de la Bolsa. Estamos estudiando posibles acciones para proteger nuestra imagen y la credibilidad de las naves Perini”.
“Un barco de Perini resistió al huracán Katrina, de categoría 5. ¿Les parece que no pueda resistir una tromba marina aquí?”, concluyó. “Entre la llegada de una borrasca y el ingreso de agua hay un mundo. Deberían haber hecho una serie de actividades para no estar en esa situación. Es una buena práctica, cuando el barco está fondeado, tener un guardia en el puente, y si estaba allí no podía no haber visto venir la tormenta. En cambio, hizo agua con los invitados aún en sus camarotes”.