A tres semanas de la incursión en Kursk, Rusia dijo haber repelido un intento de sabotaje ucraniano en la zona

El gobernador de la región rusa de Briansk, Alexander Bogomaz, denunció este miércoles un intento de incursión por parte de tropas ucranianas en esta ciudad, vecina de Kursk, en medio de los avances de Kiev en la zona. Sostuvo, sin embargo, que el episodio fue frustrado y la situación está “estabilizada”.

“En el distrito de Klimov, de la región de Briansk, se impidió una tentativa de un grupo ucraniano de reconocimiento y sabotaje de penetrar en territorio ruso”, escribió en su canal de Telegram Bogomaz, a la par que agradeció el rápido accionar de los efectivos de las Fuerzas Armadas y del Servicio Federal de Seguridad.

La comunicación se conoció en medio del avance de las tropas ucranianas, que llevan ya tres semanas luchando en territorio ruso, consiguiendo hacerse con el control de decenas de ciudades. Según la última actualización militar, ya son más de 1.260 los kilómetros cuadrados conquistados y 93 las localidades alcanzadas.

En las últimas horas, el presidente, Volodimir Zelensky, celebró estos números, que dan cuenta del éxito de su sorpresiva maniobra, y apuntó que “entendemos los pasos del enemigo y nos estamos haciendo más fuertes”, algo que se vio reflejado en la ineficiente respuesta del Kremlin a la situación. “Esto tiene unos efectos geopolíticos muy importantes y destruye el mito de que Rusia es una gran potencia”, destacó por su parte Oleksandr Merezhko, jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento ucraniano, quien sumó además que quedó expuesto que Rusia es “débil, incapaz de controlar su territorio y proteger a su población” y se derribó el mito de “invencibilidad” del bando.

Los “éxitos tácticos” en Kursk equivalen a una “derrota estratégica” de Putin y “han restablecido la fe de la gente en que Ucrania puede ganar” así como “la confianza en el liderazgo político y militar de Kiev”, dijo por su parte la analista política Olga Tokariuk.

Mientras procura mantener su ventaja en la zona, el Ejército de Zelensky concentra sus esfuerzos en otros frentes, también claves en el desarrollo de la guerra. Uno de ellos es Donetsk, que el mandatario aseguró que no se perdió de vista y por lo que, en las últimas horas, insistió en su pedido a la comunidad internacional por más envíos de armamento.

“Es muy importante que nuestros socios cumplan sus obligaciones (...) Es fundamental para nuestra defensa (...) Han habido muchas declaraciones políticas (pero) necesitamos los activos del agresor para contar con ayuda defensiva real… Las discusiones se han prolongado durante demasiado tiempo, necesitamos un mecanismo real”, sostuvo.

A su pedido se sumaron las palabras del jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, quien tras conversar con el canciller de Kiev, Dmitro Kuleba, instó a los aliados a que permitan el uso de su armamento en territorio ruso, otra medida clave para Kiev, que lleva tiempo bajo discusión.

“El levantamiento de las restricciones sobre el uso de capacidades frente a las tropas rusas implicadas en la agresión contra Ucrania, de acuerdo con el derecho internacional, tendría varios efectos importantes” como “reforzar la autodefensa ucraniana, poniendo fin al santuario de Rusia para sus ataques y bombardeos de ciudades e infraestructuras ucranianas”, mientras que también contribuiría a “salvar vidas, reducir la destrucción en Ucrania y ayudar a avanzar en los esfuerzos de paz”, dijo.

“La UE apoya plenamente la lucha de Ucrania contra la agresión rusa”, apuntó, sumando que espera continuar con estos debates tanto con Kuleba como con el resto de los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa del grupo durante la reunión de la próxima semana en Bruselas.

(Con información de AFP, EFE y Europa Press)