El accidente en el que murió el presidente iraní Ebrahim Raisi se debió a las condiciones meteorológicas y a la incapacidad del helicóptero de soportar el peso que transportaba, informó el miércoles la agencia de noticias semioficial Fars, citando a una fuente de seguridad informada de los resultados finales de la investigación.
Pero el centro de comunicaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, responsable de publicar información sobre la investigación del accidente, ocurrido en mayo, dijo luego que el reporte era “completamente falso”, informaron los medios estatales.
Un informe preliminar del Ejército iraní había afirmado en mayo que no se habían encontrado pruebas de atentado durante la investigación.
“La investigación en el caso del accidente de helicóptero del ayatollah Raisi ha concluido (...) hay total certeza de que lo ocurrido fue un accidente”, declaró a Fars la fuente de seguridad, cuyo nombre no se dio a conocer.
Se han identificado dos causas del accidente: las condiciones meteorológicas eran inadecuadas y el helicóptero no pudo soportar el peso, lo que le llevó a estrellarse contra una montaña, añadió la fuente, según Fars.
La investigación indica que el helicóptero transportaba a dos personas más de la capacidad que permiten los protocolos de seguridad, dijo la fuente a Fars.
Raisi, en su día posible sucesor del líder supremo, el ayatollah Alí Khamenei, murió en el accidente en terreno montañoso cerca de la frontera con Azerbaiyán.
Irán no está en condiciones de luchar contra Israel
Mohsen Sazegara, fundador del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y exiliado de Irán desde hace más de 20 años, reveló que las fuerzas armadas del régimen persa son mucho más débiles de lo que demuestran y, en realidad, no están en condiciones de sostener una guerra a largo plazo con su principal rival, Israel.
Sazegara dialogó con The Jerusalem Post en el marco de la tan anunciada represalia iraní contra el Estado judío luego de que una explosión en Teherán acabara con la vida del líder de Hamas, Ismalil Haniyeh. El episodio, “en el corazón de la capital, uno de los lugares más protegidos, fue una humillación para las organizaciones de inteligencia de Irán” y generó gran enfado en el régimen, por lo que de inmediato, la reacción del ayatollah Ali Khamenei “fue que tomáramos represalias y no nos detuviéramos”, comenzó explicando.
Sin embargo, enseguida afloró el primer problema: Irán carece de la capacidad para afrontar una respuesta de Israel a dicha ofensiva, a pesar de ostentar su supuesto poderío militar. “Cuando Khamenei se refirió a sus mandos militares y a los expertos del CGRI, y éstos debían presentarle las opciones de qué hacer, le dijeron que Irán no está en condiciones de luchar contra Israel”, aseguró Sazegara.
“No tienen ningún equilibrio estratégico. Pueden enviar misiles hacia Israel, especialmente misiles hipersónicos que pueden alcanzar el país en seis u ocho minutos, (pero) incluso si lanzamos un ataque, deberíamos considerar inmediatamente un alto el fuego con mediadores internacionales”, advirtió a continuación. Los informes de los altos mandos del Ejército apuntaban especialmente a la defensa aérea, que sería incapaz de detener las amenazas de las Fuerzas de Defensa.