Por qué se hundió el “Titanic de los superveleros”: el peligro oculto del mástil de aluminio más alto del mundo

Según un experto en seguridad naval, lo ocurrido con el Bayesian frente a las costas de Sicilia no es un hecho aislado, sino un fenómeno predecible bajo ciertas condiciones meteorológicas extremas

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Esta fotografía tomada hacia las 20.00 horas del domingo 18 de agosto de 2024 muestra al velero británico Bayesian, a la izquierda, y al velero Duch Sir Robert Baden Powell anclados frente a la localidad siciliana de Porticello (Fabio La Bianca/Baia Santa Nicolicchia via AP)
Esta fotografía tomada hacia las 20.00 horas del domingo 18 de agosto de 2024 muestra al velero británico Bayesian, a la izquierda, y al velero Duch Sir Robert Baden Powell anclados frente a la localidad siciliana de Porticello (Fabio La Bianca/Baia Santa Nicolicchia via AP)

El hundimiento del supervelero Bayesian, una embarcación reconocida por su imponente mástil de aluminio 75 metros, considerado el más alto del mundo construido en ese material, podría parecer un incidente excepcional. Sin embargo, ha sido descrito por expertos como una consecuencia de las fuerzas de la naturaleza, agravadas por las características técnicas del barco.

Gino Ciriaci, un veterano arquitecto naval con más de 50 años de experiencia en peritajes náuticos y control de construcciones, explica que lo ocurrido con el Bayesian no es un hecho aislado, sino un fenómeno predecible bajo ciertas condiciones meteorológicas extremas, como la tromba de agua -una especie de mini tornado- que golpeó la costa siciliana donde el barco estaba fondeado.

“El mástil más alto del mundo es también el más peligroso porque recibe el viento a gran altura, y los aparejos, los cables de acero que regulan los mástiles, oponen una resistencia enorme. No es extraño que un ciclón haya conseguido derribar el mástil del Bayesian. Sucesos así ya han ocurrido antes”, afirmó Ciriaci en una entrevista con Il Corriere della Sera.

El Bayesian, un velero de lujo clasificado como una “embarcación de recreo” pese a sus 56 metros de eslora, estaba equipado con un mástil de aluminio que, aunque ligero y resistente, es vulnerable bajo ciertas condiciones, explicó Ciriaci. Según el experto, la altura del mástil y su material no ofrecieron una protección adecuada frente a la presión ejercida por el viento. “Cuando cambian las condiciones meteorológicas, la presión de la jarcia cambia en proporción a la violencia del acontecimiento, y el hecho de que el mástil fuera de acero no habría cambiado nada. Con un mástil tan alto, el viento debe haber ejercido una presión de decenas de toneladas”, explicó.

El velero "Bayesian" estaba clasificado como embarcación de recreo (FE/EPA/PERINI NAV)
El velero "Bayesian" estaba clasificado como embarcación de recreo (FE/EPA/PERINI NAV)

Este tipo de presión, especialmente cuando es generada por fenómenos como la tromba de agua, puede superar las capacidades de resistencia de la estructura del mástil, llevando a su colapso.

Ciriaci destacó que, una vez que el mástil cae, el comportamiento del barco cambia drásticamente: “Una vez que ha caído, el barco cabecea y se balancea con mucha más fuerza: sin el mástil y las velas para amortiguar estos movimientos, el casco tiende a reaccionar más libremente al viento y las olas. En este caso, el torbellino fue tan violento que el barco patinó, se inclinó y puso el borde de la cubierta bajo el agua. En ese momento, el agua empezó a entrar y el barco se hundió”.

La Guardia costera intervino tras el hundimiento del velero que llevaba a 22 personas a bordo, 10 tripulantes y 12 pasajeros, y pudo rescatar a 15 de ellos, que lograron subir a cubierta y cayeron al agua.

Según lo reconstruido, los turistas dormían en sus camarotes cuando la tromba marina golpeó el yate y el mástil se rompió; las fuertes ráfagas de viento empujaron entonces el velero a inclinarse hacia un lado y finalmente se hundió en el tramo de mar frente a Porticello, en Sicilia.

Uno de los lujosos camarotes del velero
Uno de los lujosos camarotes del velero

Angela Bacares, esposa del magnate británico Mike Lynch, y una de los 15 pasajeros rescatados dijo que el barco empezó a inclinarse a las 4 de la madrugada. Tanto ella como su marido se despertaron por el incidente. Bacares subió entonces para evaluar la situación, pero la embarcación empezó a zozobrar de repente. Su marido se quedó en el camarote, algo que probablemente le fue fatal: se encuentra entre los seis desaparecidos.

“La tromba marina no pudo ser avistada”

Un dron muestra vehículos y personal de los servicios de emergencia y rescate en un puerto cercano al lugar donde se hundió el yate de lujo (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Un dron muestra vehículos y personal de los servicios de emergencia y rescate en un puerto cercano al lugar donde se hundió el yate de lujo (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

El ciclón que hundió al Bayesian se manifestó antes de las cinco de la mañana, cuando el puerto de Palermo aún estaba sumido en la oscuridad. Una de las preguntas que sobrevuelan sobre el incidente es si la tripulación pudo hacer algo para asegurar el barco. Karsten Borner, el capitán de un velero cercano que rescató a algunos de los supervivientes, dijo a Reuters que cuando se desató la tormenta había encendido el motor para mantener el control de la embarcación y evitar una colisión con el supervelero.

Según Ciriaci, no obstante, la rápida aparición del fenómeno natural y la ausencia de una vigilancia constante en el barco durante las horas nocturnas hicieron inevitable el desastre.

“En todo el mundo no hay obligación legal de poner un vigía, que es obligatorio cuando el barco está navegando. Por la noche, cuando el barco está fondeado, es normal que todo el mundo se vaya a dormir”, dijo. “La tromba marina no pudo ser avistada. No es fácil divisarla a tiempo ni siquiera de día: cuando llega se ve un enorme tubo gris y negro que se eleva y une las nubes con el agua del mar”, explicó.

Esto parece ser confirmado por las palabras del capitán del Bayesian James Catfield, quien dijo que no vieron venir la tormenta”.

Un superviviente abandona el Cuartel General de la Guardia Costera este lunes (REUTERS/Igor Petyx)
Un superviviente abandona el Cuartel General de la Guardia Costera este lunes (REUTERS/Igor Petyx)

El experto subrayó que, aunque las velas del Bayesian estaban recogidas, la estructura del mástil y la jarcia seguían siendo altamente vulnerables a la fuerza del viento. “La presión del aire se ejerce sobre los mástiles y la jarcia. Un cable de acero y un mástil de unos 20 centímetros de diámetro ofrecen una enorme resistencia al viento. Y mucho más en un mástil de esa altura”, agregó Ciriaci.

Por otro lado, la seguridad de las embarcaciones como el Bayesian está respaldada por rigurosas pruebas de flotabilidad y estabilidad. Sin embargo, Ciriaci admitió que estas pruebas no contemplan escenarios de fenómenos extremos como tornados o trombas marinas.

“Para probarlo hay una prueba de flotabilidad y otra de estabilidad, que se hace poniéndose de pie a un lado del barco, pero pruebas contra riesgos extremos como tornados no hay ninguna”, afirmó. Este vacío en las pruebas de seguridad deja a los grandes veleros expuestos a los caprichos de la naturaleza cuando enfrentan condiciones meteorológicas severas.

Ciriaci concluyó que, aunque el evento fue trágico, no fue sorprendente dadas las circunstancias. “Es triste decirlo pero, aunque estemos hablando de un acontecimiento extraordinario, con esas condiciones meteorológicas y esas características técnicas es normal que el barco se haya hundido”.

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