Aproximadamente 450 hogares fueron evacuados en el norte de Irlanda tras encontrarse una presunta bomba de la Segunda Guerra Mundial en la urbanización de Rivenwood, en Newtownards, un área de County Down, aproximadamente a 15 kilómetros al este de Belfast, un área conocida por su historia y proximidad a la capital.
Este incidente ocurrió el pasado viernes 16 de agosto y desde entonces las autoridades han estado trabajando arduamente para resolver la situación, según informó Sky News.
El domingo, el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) ordenó la evacuación de las viviendas en los alrededores, explicando que la operación de desactivación se extendería por al menos cinco días. La evacuación masiva afecta a cientos de residentes, quienes han mostrado paciencia y comprensión ante la complejidad del proceso, según declaró el superintendente Johnston McDowell.
Pete Wray, consejero local, describió la situación como “compleja” y confirmó que el dispositivo encontrado era una bomba sospechosa de la Segunda Guerra Mundial. Wray agregó que se necesitarán al menos cinco días para desactivar y remover el artefacto de manera segura. El sábado, miembros de las fuerzas armadas llegaron al lugar para iniciar el proceso de eliminación del dispositivo.
A fin de brindar apoyo a los residentes afectados, se ha establecido un centro de asistencia de emergencia en el Ards Blair Mayne Leisure Complex, de acuerdo con información de la agencia de noticias The Associated Press.
El superintendente McDowell agradeció a los residentes afectados, afirmando: “quiero agradecer a todos esos residentes impactados, con quienes hemos hablado en relación con la operación continua de seguridad pública en el área de Rivenwood”. Además, indicó que aquellas viviendas que no han sido notificadas directamente sobre la evacuación probablemente no necesiten ser desocupadas.
A lo largo de la operación, las autoridades han enfatizado que la seguridad pública es su principal prioridad. “Entiendo las molestias que esto ha causado, sin embargo, mantener a las personas seguras es primordial y no tomaremos ningún riesgo”, afirmó el Superintendente Johnston McDowell, Comandante del Distrito de North Down y Ards. La policía ha establecido barricadas y solicitado a los conductores que eviten la zona mientras se realiza la operación de remoción.
La eliminación de este tipo de dispositivos implica un proceso meticuloso y altamente especializado debido al riesgo potencial que representan, particularmente en áreas residenciales densamente pobladas. A lo largo de esta operación, se han tomado todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la población local. La policía sigue trabajando en estrecha colaboración con equipos de expertos en explosivos para manejar el artefacto de la manera más segura posible.