El equipo negociador israelí se reunió con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, a su retorno de los encuentros de Doha, para discutir el reciente avance en las negociaciones sobre el alto el fuego en Gaza.
Los delegados israelíes expresaron un “optimismo cauteloso” respecto a la “última propuesta estadounidense”, impulsada por el presidente Joe Biden.
La delegación israelí mostró así su postura sobre la “última propuesta estadounidense”, y que trataría de acercar posiciones entre el Estado hebreo y el grupo terrorista Hamas, que no acudió a la cita en Qatar para demandar que se implemente directamente lo ya acordado, en referencia a la primera propuesta de EEUU de finales de mayo.
Esta oferta, “que se basa en el esquema del 27 de mayo” -el original que tanto Israel como Hamas tratan de reivindicar que aceptan- “incluye elementos aceptables” para el Estado hebreo, aseguraron al primer ministro israelí.
“Es de esperar que la fuerte presión de los Estados Unidos y los mediadores sobre Hamas conduzca a la eliminación de su oposición a la propuesta estadounidense y permita un avance en las negociaciones”, indica el comunicado de la oficina del primer ministro.
Aún no ha trascendido el contenido de esta última proposición de Estados Unidos, aunque será debatida en los encuentros que las partes mantendrán en El Cairo la próxima semana aunque aún se desconoce si Hamas asistirá o se ausentará como en Doha.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, viajó este sábado a Oriente Medio para impulsar el acuerdo de tregua en el territorio palestino.
Hamas continúa reivindicando que lo tratado en Doha no cumple con la propuesta original y da alas a las demandas israelíes con la complicidad de Estados Unidos, según critica el movimiento islamista.
Desde hace un mes, Hamas reprocha a Israel que exija el control militar del corredor de Filadelfia -la frontera entre Gaza y Egipto- para evitar el contrabando de armas y del de Nitzarim -que separa el norte y el sur de la Franja-, para prevenir el retorno de milicianos a la parte septentrional del enclave palestino.
Sami Abu Zohri, miembro de la oficina política del movimiento islamista, afirmó el sábado que las negociaciones eran “la imposición de los dictados estadounidenses” y criticó un “enorme paso atrás”.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1.198 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento basado en datos oficiales.
Del total de secuestrados, 111 siguen en Gaza, aunque 39 han sido declaradas muertas por el ejército israelí.
Horas antes del viaje de Blinken a Oriente Medio, un alto cargo de Hamas tildó de “ilusión” la afirmación del presidente Biden según el cual dicho acuerdo “nunca estuvo tan cerca” de alcanzarse.
Irán y sus aliados, entre ellos Hezbollah, juraron vengar la muerte del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán, un día después de la muerte del jefe militar del movimiento islamista libanés en un bombardeo cerca de Beirut.
Irán sufrirá consecuencias “catastróficas” si lanza un ataque contra Israel, afirmó el viernes un alto funcionario estadounidense que pidió el anonimato.
Washington cree que un alto el fuego en Gaza permitirá evitar una extensión regional del conflicto.
Pero Hamas acusa a Israel de haber añadido “nuevas condiciones” al texto, entre ellas la de “mantener las tropas” israelíes a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto y “un derecho de veto” sobre los presos palestinos susceptibles de ser canjeados por rehenes de Hamas.
(Con información de EFE y AFP)