Por vez primera desde el inicio de la guerra, las tropas ucranianas llevaron a cabo una incursión en territorio ruso hace una semana, hito que no se repetía desde la Segunda Guerra Mundial.
Este movimiento se da en el marco de la ofensiva que Ucrania lanzó a principios de agosto, gracias a la cual ha conseguido controlar alrededor de 1.000 kilómetros cuadrados de la provincia rusa de Kursk, situada cerca de la frontera entre ambos países.
Ucrania, sin embargo, ha dejado claro este martes que no tiene interés en tomar Kursk. “Ucrania no está interesada en tomar el territorio de la región de Kursk, pero queremos proteger la vida de nuestro pueblo”, afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano, Georgi Tiji, según recogió la agencia de noticias UNIAN.
Tiji subrayó que esta operación tiene como objetivo principal proteger el territorio ucraniano de los ataques rusos y aseguró que las Fuerzas Armadas de Ucrania cumplen plenamente con las leyes y costumbres de la guerra y con el Derecho Humanitario.
La operación en la región de Kursk también busca aportar en la estrategia militar en el Donbás, impidiendo que Rusia transfiera unidades adicionales a la región de Donetsk y complicando su logística militar. Tiji recordó que fue Moscú quien atacó primero, por lo que considera justo que la guerra ahora impacte en el territorio ruso.
Desde el comienzo del verano, más de 2.000 ataques han afectado la región fronteriza ucraniana de Sumi, proviniendo de la limítrofe región rusa de Kursk, según informes del Ministerio de Exteriores de Ucrania.
“Estas son acciones absolutamente legítimas de Ucrania, en particular, en el marco del ejercicio de su derecho a la autodefensa según la Carta de Naciones Unidas”, añadió.
Por su parte, las autoridades rusas han confirmado la toma de cerca de una treintena de localidades por parte de las fuerzas ucranianas. La ofensiva ha obligado a la evacuación de decenas de personas y de alrededor de 120.000 residentes de la región desde el comienzo de las hostilidades.
La situación en la frontera entre Ucrania y Rusia sigue siendo tensa y el alcance de las recientes acciones militares podría definir el futuro del conflicto en el corto plazo. La comunidad internacional observa con preocupación los movimientos en la región, esperando que se frenen las hostilidades y se busquen soluciones pacíficas a la crisis.
La posición de la Unión Europea
La Unión Europea (UE) reafirmó su apoyo a los esfuerzos de Ucrania para defender su territorio y restablecer su soberanía e integridad territorial, pero evitó hacer comentarios específicos sobre el operativo en Kursk.
“Estamos apoyando plenamente el ejercicio legítimo de Ucrania de su derecho inherente a la autodefensa”, afirmó Nabila Massrali, portavoz comunitaria.
Massrali enfatizó también que la UE proporciona a Ucrania equipo militar a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, con el objetivo de ayudar a Ucrania a defenderse. En cuanto a los eventos específicos en Kursk, recalcó que “la Unión Europea no está involucrada y no está comentando los acontecimientos operativos en la línea del frente”.
La operación en Kursk, aunque no comentada oficialmente por la UE, fue explicada por el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, quien ha subrayado la intención de defender el territorio ucraniano mediante esta incursión. Esta acción forma parte de los esfuerzos de Ucrania por responder a lo que describen como “ataques sistemáticos” desde Kursk hacia su territorio.
“Rusia trajo la guerra a otros, ahora va a su casa. Ucrania siempre ha querido la paz únicamente y ciertamente garantizaremos la paz”, comentó el mandatario ucraniano este lunes.
(Con información de Europa Press y EFE)