El grupo terrorista Hamas anunció que no asistirá a las conversaciones sobre un acuerdo de alto el fuego previstas para la próxima semana. Además, pidió a los países mediadores “aplicar” el plan propuesto en mayo por el presidente estadounidense Joe Biden para alcanzar una tregua con Israel en Gaza, “en lugar de realizar más negociaciones o presentar nuevas propuestas”.
Un alto funcionario israelí indicó que se trata de una táctica de negociación del movimiento extremista palestino antes de un posible ataque del régimen de Irán y Hezbollah contra Israel, que tiene como objetivo asegurar mejores condiciones para los terroristas en un eventual acuerdo.
”Si Hamas no quiere sentarse a la mesa, continuaremos aplastando sus fuerzas en Gaza”, afirmó un funcionario israelí a The Times of Israel.
Israel aceptó el viernes, tras cumplirse diez meses de guerra, reanudar el 15 de agosto las conversaciones indirectas sobre una tregua y sobre la liberación de los rehenes en manos de Hamas en Gaza, en respuesta a un llamamiento de los tres países mediadores, Estados Unidos, Egipto y Catar.
“Después de la propuesta de Estados Unidos y los mediadores, Israel enviará el 15 de agosto una delegación de negociadores al lugar que sea convenido para concluir los detalles de concreción de un acuerdo”, anunció un comunicado de la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Qatar, Egipto y Estados Unidos, mediadores en este conflicto, presionaron a Israel y a Hamas para reanudar las conversaciones el 15 de agosto y “cerrar todas las brechas restantes y comenzar la implementación del acuerdo sin más demora”.
En su comunicado, estos países aseguraron que ya existe un acuerdo marco “al que solo le faltan los detalles de implementación”. “No hay más tiempo que perder ni excusas de ninguna de las partes para seguir retrasándolo”, afirmaron.
En su comunicado, Hamas “pide a los mediadores que presenten una hoja de ruta para implementar lo que se le propuso” en mayo y que el movimiento islamista “aceptó el 2 de julio de 2024″.
Ese plan, continúa el texto, está “basado en la visión de Biden y en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, y consta de tres fases con vistas a “un cese el fuego duradero y a la liberación de todos los rehenes”.
Hamas, en el poder en la Franja de Gaza desde 2007, afirma que los mediadores deben “forzar al ocupante [israelí] a aplicar [ese plan], en lugar de llevar a cabo más negociaciones o presentar nuevas propuestas que sirvan de cobertura a la agresión de la ‘ocupación’”.
El grupo terrorista cita el bombardeo israelí que el sábado mató, según la Defensa Civil de Gaza, a 93 palestinos, entre ellos mujeres y niños, en una escuela que albergaba a desplazados, provocando una ola de protestas internacionales.
El ejército israelí afirmó que ese establecimiento servía de base a Hamas y la Yihad Islámica (otro movimiento armado palestino) para “realizar ataques” contra sus soldados y afirmó que en esa operación mató a “al menos 19 terroristas”.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1.198 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance basado en datos oficiales israelíes. Entre los muertos había más de 300 militares.
También tomaron 251 rehenes, de los cuales 111 siguen secuestrados en Gaza aunque 39 de ellos habrían muerto, según el ejército israelí.
La ofensiva israelí en Gaza ha dejado hasta ahora 39.790 muertos, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, que no detalla el número de civiles y combatientes muertos.
(Con información de AFP)