El ejército de Corea del Sur dijo que Corea del Norte está lanzando nuevamente globos que probablemente transporten basura hacia el Sur, sumándose a una extraña campaña de guerra psicológica en medio de crecientes tensiones.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur afirmó este sábado que los vientos podrían llevar los globos a regiones al norte de la capital surcoreana, Seúl. El Ayuntamiento de Seúl y el gobierno provincial de Gyeonggi emitieron alertas de texto instando a los ciudadanos a tener cuidado con los objetos que caen del cielo y a informar al ejército o la policía si ven algún globo.
No hubo informes inmediatos de heridos o daños a la propiedad.
En las últimas semanas, Corea del Norte ha lanzado más de 2.000 globos con papeles usados, trozos de tela y colillas de cigarrillos hacia el Sur, en lo que ha descrito como una represalia contra los activistas civiles surcoreanos que lanzan panfletos de propaganda contra Pyongyang a través de la frontera.
Pyongyang ha condenado durante mucho tiempo tales actividades, ya que es extremadamente sensible a cualquier crítica externa al régimen autoritario del líder Kim Jong-un.
La última vez que Corea del Norte lanzó globos hacia el Sur fue el 24 de julio, cuando la basura que transportaba al menos uno de ellos cayó sobre el complejo presidencial surcoreano, lo que generó temores sobre la vulnerabilidad de las principales instalaciones surcoreanas. El globo no contenía material peligroso y nadie resultó herido, dijo el servicio de seguridad presidencial de Corea del Sur.
Corea del Sur, en reacción a la campaña de globos de Corea del Norte, activó sus altavoces de primera línea para difundir mensajes de propaganda y canciones de K-pop. Los expertos dicen que Corea del Norte odia ese tipo de emisiones porque teme que puedan desmoralizar a las tropas y a los residentes de primera línea.
Las campañas de represalias entre las Coreas, al estilo de la Guerra Fría, están inflamando las tensiones, y los rivales amenazan con tomar medidas más enérgicas y advierten de graves consecuencias.
En los últimos años, las relaciones entre ambos países han empeorado, pues Kim sigue acelerando el programa de armas nucleares y misiles de Corea del Norte y lanza amenazas verbales de un conflicto nuclear contra Washington y Seúl. En respuesta, Corea del Sur, Estados Unidos y Japón han estado ampliando sus ejercicios militares conjuntos y afinando sus estrategias de disuasión nuclear basadas en activos estratégicos estadounidenses.
Los expertos dicen que la animosidad podría aumentar aún más a finales de este mes, cuando Corea del Sur y Estados Unidos inicien sus ejercicios militares conjuntos anuales que se están fortaleciendo para lidiar con las amenazas nucleares del Norte.
La reanudación de la campaña de globos se produce mientras Corea del Norte lucha por recuperarse de las devastadoras inundaciones que sumergieron miles de casas y enormes franjas de tierras de cultivo en zonas cercanas a su frontera con China.
Los medios estatales norcoreanos dijeron el sábado que Kim ordenó a las autoridades trasladar a unas 15.400 personas desplazadas por las inundaciones a la capital, Pyongyang, para brindarles una mejor atención, y que tomaría dos o tres meses reconstruir las casas en las áreas afectadas por las inundaciones.
Hasta ahora ha rechazado las ofertas de ayuda de sus aliados tradicionales Rusia y China y de grupos de ayuda internacionales, insistiendo en que Corea del Norte es capaz de gestionar la recuperación por sí sola. Acusó a su “enemigo” Corea del Sur de llevar a cabo una “cruel campaña de desprestigio” para empañar la imagen de su gobierno, afirmando que los medios de comunicación del Sur han estado exagerando los daños y las víctimas causadas por las inundaciones.
(Con información de AP)