El régimen de Irán ejecutó en un solo día a 29 presos condenados por delitos de asesinato, abusos sexuales o drogas, pese a las quejas de organizaciones defensoras de los derechos humanos a este tipo de prácticas, entre otras cuestiones por la falta de garantías de los procesos judiciales.
La ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega, confirmó en un comunicado las últimas 29 ejecuciones, señalando que dos de ellas corresponden a ciudadanos afganos. Además, la cárcel de Ghezel Hesar, en Karaj, concentra 26 de estos casos, acometidos de manera grupal.
Con estas nuevas ejecuciones, ascienden al menos a 87 las penas capitales aplicadas en Irán desde las elecciones presidenciales de hace dos meses. Esta misma semana, fue ejecutado un hombre que había sido condenado por asesinar a un miembro de la Guardia Revolucionaria durante las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia policial.
El director de la ONG, Mahmood Amiry-Moghaddam, alertó que Teherán está aprovechando que el foco global parece centrado en las tensiones regionales para matar a presos “en masa” e “intensificar la represión”. “Sin una respuesta inmediata de la comunidad internacional, cientos de individuos pueden ser víctimas de la máquina de matar de la República Islámica en los próximos meses”, señaló.
IHR subrayó que una ejecución en grupo de esta magnitud no tenía precedentes en los últimos años en Irán, ya que el último ejemplo comparable se remontaba a 2009.
Otras agrupaciones defensoras de derechos humanos, como la Agencia de Noticias de Activistas por los Derechos Humanos (HRANA), con sede en Estados Unidos, y el Centro de Derechos Humanos de Irán (CHRI), también confirmaron la ejecución de al menos dos docenas de personas en la prisión de Karaj.
Estos grupos han acusado reiteradamente a Irán, que según ellos ejecuta anualmente a más personas que cualquier otra nación aparte de China, de hacer uso de la pena de muerte en todos los cargos para infundir miedo en la sociedad tras las protestas de 2022.
La oficina del enviado especial adjunto de Estados Unidos para Irán, Abram Paley, acusó a Irán de someter a los manifestantes a “juicios farsa y confesiones forzadas”.
Según el IHR, sólo en lo que va de año Irán ha ejecutado al menos a 345 personas, y las últimas ejecuciones demuestran que no se ha dejado de aplicar la pena de muerte desde que el presidente reformista Masoud Pezeshkian tomó posesión de su cargo la semana pasada.
(Con información de AFP y EuropaPress)