China anunció el miércoles que llevaba a cabo un ejercicio militar de combate para probar sus “capacidades de ataque” cerca del atolón de Scarborough, en el mar de China Meridional, un foco de conflicto reclamado también por Filipinas.
Las maniobras ocurren en momentos que Filipinas realiza dos días de ejercicios marítimos y aéreos conjuntos con Estados Unidos, Canadá y Australia.
China “organizó un patrullaje conjunto de combate en el espacio marítimo y aéreo cercano a la isla Huangyan”, el nombre chino del atolón de Scarborough, informó el comando sur del ejército chino en un comunicado.
Las maniobras apuntan a probar la capacidad de reconocimiento y alerta temprana de sus tropas.
Pekín reclama la soberanía de casi todo el mar de China Meridional, en disputa con varios países ribereños, pese a un fallo internacional que rechazó sus pretensiones.
El atolón de Scarborough se ubica 240 km al oeste de la isla de Luzon, la principal de Filipinas, y casi 900 km del punto más cercano de China continental.
China en 2012 utilizó barcos de su guardia costera para tomar control del atolón, una cadena de arrecifes y cadenas que conforman una zona rica en recursos pesqueros y que históricamente ha sido utilizado por pescadores filipinos como punto de descanso.
“Demostración de fuerza”
Pekín generalmente ha empleado a su guardia costera para hacer valer sus reclamos en el mar de China Meridional.
Las fuerzas armadas chinas han sido enviadas en el pasado a las cercanías del atolón de Scarborough, pero un analista dijo a AFP que las maniobras del miércoles son evidencia de que “se han vuelto más agresivos”.
“Fue hecho para intimidar”, comentó Jay Batongbacal, director del Instituto de Asuntos Marítimos y la Ley del Mar, con sede en Manila.
“Definitivamente fue para enviar un mensaje, una demostración de fuerza”, agregó.
En los últimos meses se registró una escalada de enfrentamientos entre buques chinos y filipinos en el mar de China Meridional, incluso en las cercanías de un buque de guerra encallado años atrás por Manila en el banco de arena Ayungin, en las islas Spratly.
Uno de los incidentes más graves ocurrió en junio, cuando marineros chinos armados con cuchillos y un hacha abordaron buques navales filipinos cerca del arrecife.
El ejército filipino dijo que uno de sus marineros perdió un pulgar en el enfrentamiento con la guardia costera china, que confiscó o destruyó equipos filipinos, incluyendo armas.
Beijing culpa a Manila de la escalada y defiende la legalidad de sus acciones para proteger sus demandas territoriales.
Los dos países alcanzaron en las últimas semanas un “entendimiento provisional” que permite reabastecer a los soldados filipinos en el banco de arena de Ayungin, al tiempo que aumenta las líneas de comunicación para resolver sus disputas en el mar de China Meridional.
(Con información de AFP)